Economía venezolana no escaparía de los coletazos de la guerra en Ucrania
Por Eduardo Martínez
En febrero, la Canasta Básica Familiar (CAF) se ubicó en 454,93 dólares, reportó el CENDAS-FVM. Con un salario mínimo de 1,5 dólares, la compra de esos alimentos representaban 300 veces el salario mínimo. Lo que signifca, que en febrero, se necesitaron 10 salarios mínimos para comprar los alimentos.
En marzo, han continuado subiendo los precios. A pesar que todavía no conocemos a cuanto llegará el costo de la vida (inflación), y a pesar del aumento decretado del salario mínimo, el ingreso salarial seguirá siendo insuficiente para poder comprar los alimentos.
Lamentablemente, a esta situación se sumará el impacto terrible que está teniendo a nivel global, la guerra en Ucrania.
Los organismos internacionales han alertado sobre una reducción del crecimiento económico, y aumento de la inflación, como consecuencia de la invasión rusa.
Aunque todavía es muy temprano para determinar, si ese impacto negativo será suficiente para provocar una recesión económica, hay una alta posibilidad de que pueda perderse el frágil equilibrio post-Covid.
En la medida en que se prolongue la guerra, la economía mundial acercará a los cuatro puntos cardinales del planeta los efectos de la guerra en Europa Oriental. Lo que es una contienda entre dos países, puede tener consecuencias para todos los países.
En el caso de Venezuela, a los efectos de la continuada crisis política, se añadió a partir del 2020 la parálisis generada por el Covid-19, y ahora sufriremos los coletazos de la guerra Rusia-Ucrania.
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