Entrevista a Oscar Meza 
Si el 2010 no ha sido fácil para los venezolanos, en términos económicos, el 2011 pareciera que no será mejor. Esto nos lo señala Oscar Meza, quien dirige la organización no gubernamental CENDAS. Una institución independiente que cada mes elabora los dos principales indicadores de precios: la Canasta Alimentaria, que refleja los movimientos de precios de los alimentos; y la Canasta Básica Familiar, que aparte de los alimentos incluye los movimientos de precios en todo aquellos que necesita un núcleo familiar: vivienda, transporte, educación, servicios públicos, salud, artículos de higiene y limpiezas, vestido y calzado.
Por Eduardo Martínez
Conversamos con Oscar Meza sobre el 2011. Sus proyecciones no resultaron alentadoras.
¿Cómo se perfila el 2011?
Oscar Meza: El 2011 se perfila como un año en el que acentuará el malestar social. Más que una frase elaborada para la ocasión, estamos refiriendo con malestar social a una suma de situaciones que agobian a la gente. Vale decir: la inflación, el desempleo y una mayor exclusión laboral que alcanza a la mitad de la fuerza laboral venezolana. De una fuerza laboral de más de 13 millones de personas, están desempleados más de un millón de personas y subempleados en el sector informal de la economía por lo menos 5,3 millones. Para el próximo año tendríamos menos empresas. Buena parte de las empresas han sido invadidas, tomadas, expropiadas, confiscadas, distribuidas, en términos digamos de su capacidad productiva y también por lo tanto eso significa que en términos de empleo, que en el mejor de los casos se mantendrían. Pasarían a mano del gobierno, y estaríamos hablando de un cambio de la figura del patrono, en el mejor de los casos. Pero el riesgo que se corre es que se pierdan también las fuentes de empleo. En el caso de Agroisleña, según lo señalado por los gremios, terminará por afectar varios miles de productores, que a su vez tienen empleados. Eso sin duda no solo conspira contra el mantenimiento de las fuentes de empleo, sino que también conspira contra algo que es parte del malestar social como es una menor oferta de alimentos. Esa es la razón por la cual estamos considerando que la inflación general el próximo año puede estar sobre o igual al 33%. Una tasa de inflación muy alta.
¿Y para este año 2010?
OM: Para este año, estamos estimando para este momento una tasa 38,2%, medido a través del índice de precios del CENDAS, que llevamos a través de las canastas básicas y alimentarias. En el caso de la inflación de alimentos, estamos apuntando a una inflación que puede superar el 38%, como consecuencia de lo que dije anteriormente, de una menor oferta de productos y de una menor capacidad del Ejecutivo para importarlo. Por que lo que no se produce, se importa. Pero también tenemos una disminución del ingreso de divisas, como se ha acentuado este año. Lo que estamos proyectado para el próximo año, no es solo una disminución en la cuenta de divisas como consecuencia de la caída de la exportación de los barriles de petróleo, sino que también estamos considerando que el gobierno seguramente tendrá que tomar decisiones en términos de devaluación de la moneda, simplemente porque no tiene capacidad para pagar los aguinaldos.
¿Cómo se moverán los precios de los alimentos?
OM: Si comenzamos a sumar en el caso de los alimentos estamos además considerando la inflación reprimida, que es la que está contenida entre la diferencia de los precios oficializados en la Gaceta Oficial, y la del mercado que el gobierno está empezando de una manera a ajustarlo, como hizo con el caso del arroz, la harina precocida, el café. Esa diferencia entre el precio regulado y precio del mercado es del orden del 75,9%. Hay dentro de estos productos, el caso de las sardinas enlatadas con un rezago del precio del 196,8%. No se consiguen en su precio oficial de Bs. 1,55, cuando su precio real es Bs. 4,60. Los 13 productos, que el gobierno ha comenzado a ajustar su precio, tendrán un impacto, aún cuando el consumidor ya lo está pagando al precio de mercado. Seguramente se produce un impacto adicional, y es una consecuencia de mantener durante tanto tiempo el control de precio, porque aunque la gente lo esté pagando ahora, sólo el hecho que el gobierno se aparezca con una Gaceta que vuelve a elevar los precios oficiales, puede ocasionar una elevación adicional de los precios. De manera que cuando sumamos la inflación de los alimentos, reprimida como consecuencia de las distorsiones y de las decisiones tardías con respecto a los precios controlados que el gobierno mantiene todavía, que es del orden del 75,9%, con una devaluación que ha llevado a elevar el precio de los artículos que se importan. Caso del hilo dental, que se compraba en Bs. 25 hace unos meses y ahora se compra en 50, ha tenido el precio un incremento del 100% en un año. Ese impacto en los artículos de higiene personal y los medicamentos, se va a sentir obviamente. El aumento de precios de los medicamentos es una situación muy agobiante sobretodo para los pensionados, que tienen una pensión de un salario mínimo, y muchas veces requieren invertir más de un salario mínimo para comprar los medicamentos. Eso es lo que nos lleva a proyectar una inflación, en el caso de los alimentos, al 38%.
¿A qué nos lleva esto en términos económicos para una familia?
OM: En que estamos proyectando el costo de la canasta alimentaria por encima de los 3.600 bolívares, cuando hoy tenemos un costo de Bs. 2.655,23. Requiriéndose 2, 2 salarios mínimo “sólo” para cubrir el costo de los alimentos. La canasta básica rebasó la barrera de los Bs. 6.000, cuando teníamos prevista ese nivel para finales del 2010. En el mes de octubre, la canasta básica se sitúa en Bs. 6.100,89.
¿Cuánto costará la canasta básica en el 2011?
OM: Estamos proyectando el precio de la canasta básica para el 2011 por encima de los Bs. 8.000.
¿Qué significan todas esas proyecciones de precios e indicadores con grandes aumentos para el 2001?
OM: Lo que estamos proyectando es una agudización del malestar social, que hoy tiene una de sus altísimas causas, de la más importante, en la inflación. Agregándole a ello el hecho de que el desempleo probablemente se eleve al 14%, o un poco más. La combinación del número de personas que estarían en el sector informal de la economía, esperando un ingreso que no es ni regular ni seguro, mas al menos 10% de desocupación oficial, nos indica que el 53% de la fuerza laboral estaría excluida. Excluidos que tendrían que hacer frente a un costo de la vida que se incrementará, e incluso, a los temores muy fuertes que hay de aumento de la alícuota del IVA que pasaría del 12 al 16%. Estaríamos en una situación que tendríamos que pagar mayores impuestos, mayores precios por los alimentos y por los artículos esenciales, y además perderíamos las fuentes de empleos, como en el caso de Agroisleña, donde cambiaron las bases de contratación laboral. Esperemos que los compañeros que todavía tienen un empleo “digno y decente”, para utilizar la expresión de la OIT, en las Empresas Polar, no sufran los rigores de la pérdida de esa excelente fuente de empleo el próximo año, con lo cual se agudizaría la situación. Esperemos que el Gobierno no insista en tomar el control de esa empresa.
No hemos hablado de la escasez de alimentos, que ha sido recurrente en los últimos años…
OM: Adicionalmente a esa situación, los consumidores tenemos que bregar con un problema de escasez. Para el mes de octubre, se grafica en 7 productos de una lista de 57, que presentaron problemas de escasez seria. La leche en polvo no se consigue. Hay que pagar en el sector informal de la economía por un kilogramo de leche entre 30 y 35 bolívares. La leche es un alimento insustituible. Ahí estamos asistiendo a dos problemas: por un lado la escasez en si y, por el otro, el encarecimiento de lo poco que se consigue. El segundo producto que presenta problemas de escasez es el de las sardinas enlatadas. El Gobierno a través de la Ley Socialista de Pesca, que pretendía cambiar las reglas de juego con relación a la pesca de arrastre y la pesca industrial, lo que terminó por ocasionar fue el colapso de la industria pesquera del estado Sucre, y los consumidores terminamos pagando Bs. 4,60, cuando su precio regulado es de 1,55, casi 200% de incremento y tampoco se consigue. Con las sardinas en lata tenemos lo peor de dos mundos. No se consigue y, además, cuando lo consigues tienes que pagar mucho más por el producto.
Y así tenemos también escasez con la margarina, el azúcar, el aceite, la harina de trigo y el café. De cara a la Navidad, vamos asistir a un repunte de los artículos agrícolas como el pimentón, la papa y la cebolla.
¿Qué pasará con los salarios?
OM: Esta situación antes descrita pudiera llevar al Gobierno a buscar elevar el salario mínimo en un 30%. Y si el gobierno reconoce esta situación, aumentando 30% el salario mínimo, aumentará 30% a los militares y a los médicos. Con lo cual el Gobierno tendrá que producir más dinero. Lo que seguramente lo irá a producir con una devaluación, pasando el bolívar a una tasa de Bs. 4,3 para las importaciones esenciales.