Mar de fondo en el Caribe
Por Eduardo Martínez
Los acontecimientos de las últimas horas en el Mar Caribe advierten las sacudidas de lo que parece ser un fuerte Mar de Fondo. Un fenómeno de movimiento de olas en el mar que “se propaga fuera de la zona donde se ha generado”. Esas olas no rompen nunca en alta mar. Pero pueden causar estragos cuando llegan a las playas. Momento en el cual el mar de fondo evidencia todo su poder y energía.
Los países del Caribe: Colombia, Venezuela, Haití y Cuba experimentaron sucesos desestabilizadores en poco más de dos semanas.
En Colombia, en la cuarta semana del pasado mes de junio, el helicóptero que trasladaba a Cúcuta al presidente Iván Duque, fue atacado por hombres armados. Los seis impactos de bala, que quedaron para la historia en el fuselaje de la aeronave, fueron superados por la pericia del piloto que pudo aterrizar.
En Haití, en la primera semana de julio, fue asesinado el presidente Jovenel Moïse. Un comando de hombres blancos y armados llegaron a la residencia de Moïse en cinco vehículos, se identificaron como agentes de la DEA y ejecutaron el magnicidio, resultando gravemente herida su esposa.
En Caracas, en la segunda semana de julio, un alzamiento de las bandas armadas que operan en la Cota 905, desataron disparos hacia las partes bajas de la ciudad durante dos días. El saldo fue de varias decenas de ciudadanos asesinados –entre transeúntes, policías y miembros de las bandas- y también numerosos heridos.
En San Antonio de los Baños, en Cuba, este domingo 11 de julio se generaron protestas antigubernamentales. Rápidamente, las protestas se extendieron por toda la isla al grito de “libertad” y de “no tenemos miedo”. Los sucesos se escenificaron en casi todas las provincias, hubo saqueos a las tiendas de ventas de exquisiteses en dólares, se “viraron” vehículos y se pusieron en fuga a los jerarcas locales. Como resultado, el régimen comunista del presidente Miguel Díaz Canel suspendió las comunicaciones internas y desató una brutal represión, tanto por parte de los organismos represivos como de las bandas paramilitares comunistas.
En el caso de Cuba, los sucesos de este domingo requieren de más de un párrafo. Es una situación inédita, y el mayor reto de desestabilización interna que enfrenta el régimen desde el 1º de enero de 1959, cuando Fidel Castro llegó a La Habana a la cabeza de sus barbudos milicianos.
Coincidencias y rarezas
Los cuatro países en los que ocurrieron estos cuatro sucesos –inéditos- tienen como frontera común el Mar Caribe. Dos al sur, Colombia y Venezuela, y dos al norte, Haití y Cuba.
Las explicaciones oficiales, en los cuatro países, tienen en común que las autoridades señalan a fuerzas extranjeras que las provocaron. Asignando siempre la culpa, “a otros”.
Desde un punto de vista estratégico, las cuatro acciones apuntarían a generar procesos desestabilizadores, dentro de los países y en la región.
Conclusión
En Venezuela, donde los cortes de electricidad se deben a ratas y lagartijas, solo nos queda por decir que fue un Mar de Fondo, que generándose tal vez en otra parte, las olas rompieron en nuestras costas.