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Miseria en La Habana. Bien pudiera ser Caracas.

Por Eduardo Martínez

Algunos amigos cubanos, quienes nos acompañan en el exilio venezolano, probablemente se disgustarán con el título de esta nota. Pero estoy seguro que compartiremos la apreciación después de leer la nota.

Cuando los dirigentes políticos cubanos, de ferviente credo democrático empezaron a llegar a Venezuela en los años 60, por supuesto nos relataban los errores y desmanes de la dirigencia revolucionaria que gobernaba Cuba bajo la bota autoritaria de Fidel Castro.

Con el tiempo, esa dirigencia democrática cubana se integró a la venezolanidad y comenzaron a hacer política en Venezuela. Hacían suyo el país.Y fue allí donde comenzaron a revelar los errores que habían cometido políticamente en Cuba.

Esas historias, de carácter anecdótico para los venezolanos, las contaban con la idea de que los venezolanos aprendiéramos de sus errores y metidas de pata. Por lo visto no aprendimos.

Quienes fuimos formados por esos cubanos, en los centros de formación política y en las aulas universitarias, no podemos decir hoy en día que “Nadie” nos relató esas experiencias. Si nos la relataron. Solo que en la época de Gran Venezuela, nadando el país en millonarios ingresos petroleros, teníamos las preocupaciones de la bonanza. No nos imaginábamos -y mucho menos aceptábamos- lo que se nos podía venir encima.

Los años pasaron, y para alimentar las calamidades de Venezuela, llegó en 1999 la era Chávez y su revolución de mentiras.

Mientras Fidel -un civil- que se hizo del poder con las armas, en Venezuela Chávez -un militar- se hizo del poder con los votos. Solo que que en su mitología cerebral le faltaba el éxito militar de Fidel, y lo único que podía mostrar era su fracaso en montar y dirigir un golpe de Estado.

Así fue como la dirigencia democrática venezolana ignoró los errores de los dirigentes políticos cubanos, que hicieron la cama para Fidel. Mientras en Venezuela, la dirigencia política que acompañó a Chavez ignoró los errores de Fidel en el manejo de Estado. Se empeñaron en implantar una economía socialista, que ya había fracasado en la URSS cuando los soviéticos la llevaron a Cuba. Lo que sembró de miseria a la isla, , y posteriormente a Venezuela.

Hoy en día, Venezuela y Cuba comparten la miseria y una diáspora de millones de migrantes. Los venezolanos, tanto los demócratas como los chavistas, no supimos aprender de los errores que dieron lugar, primero a que se entronizara Fidel, y segundo para que hundiera Cuba en la miseria. Lo que en gran medida ha ocurrido en Venezuela.

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