Isabel Idárraga: Aprendamos a usar las tarjetas de crédito

por Isabel Idárraga

A Carlota le agrada la idea de que a su hija Nora le hayan asignado como tarea de 4to. grado una investigación acerca de las tarjeta de crédito y los buenos y malos usos que se les puede dar. Junto con su esposo se ha propuesto impartir a sus hijos cultura financiera para que desde niños comprendan que el dinero puede ser un gran aliado en sus vidas sí lo usan de forma racional y se habitúan a guardar una parte para el momento de la vejez que, aunque luzca lejana, algún día les tocará las puertas.

La tarjeta de crédito es un instrumento financiero mediante el cual se pueden efectuar pagos en cualquier establecimiento que la acepte. Es una  línea de crédito que ha otorgado una institución financiera al titular de la misma y, como tal, genera gastos administrativos, de financiamiento y mantenimiento. Es una forma de pago como el efectivo,  un cheque o una tarjeta de débito con la diferencia de que  al usarla se genera una deuda bancaria.

Antes de disponer de la tarjeta de crédito y, con la intención de sacar el mayor provecho de ella, es primordial conocer la fecha de corte, el monto de línea de crédito disponible y la tasa de interés por financiamiento. Si se cancela el consumo que hicimos con ella antes de la fecha de corte, evitaremos incurrir en costos financieros. Cuando la fecha de corte es el día 3 de cada mes, la mejor fecha para emplearla es  a partir del día 4 de cada mes y sufragar  el gasto antes del nuevo corte.

La tarjeta de crédito puede ser de gran utilidad para cubrir emergencias o egresos inesperados como la reparación del vehículo o los medicamentos de una afección repentina. También puede constituirse en una excelente referencia a la hora de solicitar un crédito bancario. Sin embargo, manipulada de manera incorrecta puede convertirse en un dolor de cabeza e incidir negativamente en el flujo de caja personal por el impacto de las cuotas mensuales producto del compromiso adquirido.

La tarjeta de crédito no es dinero en efectivo, no es una extensión del sueldo  sino un producto financiero y, como tal, los pagos que se hagan con ella se convierten en una deuda a una institución financiera. La tarjeta de crédito debe utilizarse con cautela y reservarla para ocasiones especiales si no se cuenta con los fondos que permitan permita cubrir las compras que se hacen con ella. Este instrumento no se debe manejar para cubrir gastos no incluidos en nuestro presupuesto.

Una vez que Nora terminó su investigación, la cual incluyó una encuesta a varias personas de su entorno, comprendió que las tarjetas de crédito ofrecen muchas ventajas a las personas que saben usarlas. También entendió porque sus padres le han hablado acerca de gente que se ha endeudado  tanto con ellas que luego no tienen como saldar sus deudas ante el banco. Ya está lista para presentar este tema ante  sus compañeros de clases y responder todas las preguntas que, seguramente, le harán.

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