En defensa de las muñecas del petróleo

En defensa de las muñecas del petróleo

Spread the love

Por Eduardo Martínez

La verdad que nunca me vi en el papel de defensor -no soy abogado- pero tampoco que defendería a las llamadas “muñecas del petróleo”. Y menos mal que mi madre -católica practicante- no está viva. Se hubiera horrorizado, por decir lo menos. Pero las cosas se presentan en la vida por caminos sinuosos e inesperados… y hay que “echar pa´lante”.

Dicho lo anterior, pasemos a revisar lo acontecido.

Segunda Temporada

Esta semana nos llegó la segunda temporada del “Escándalo 2023” de la corrupción en las altas esferas del régimen. Un caso de 23 mil millones de dólares, y que se llevó por delante a un vicepresidente (Tareck), dos ex ministros y un montón de ex altos funcionarios de las cripto finanzas.

Como añadidura, para captar la audiencia ligera -que es siempre la más numerosa, y que no entiende de criptos, finanzas ni petróleo- en el backstage del serial se incluiría en las imputaciones una buena cantidad de preciosas chicas. Y a las que la fiscalía acuñaría el título de “muñecas del Petróleo”. Lo que el gran público nunca llegó a entender. Aunque rápidamente ganó espacio en la prensa rosa mundial.

En la primera fila de imputados, cuyos videos y fotografías llamaron la atención por ser la primera vez que a detenidos los ataviaban con bragas de prisioneros, resaltó una dama a quien la braga hacía sobresalir sus atributos -tal vez- por ser de talla axial más pequeña.

La intriga que generó esta comparecencia fue atajada de inmediato por la fiscalía, que de manera expedita salió a señalar que eran integrantes de una “red de prostitución” que era manejada por tan altos ejecutivos.

Ha pasado un año, desde que se destapó la primera temporada de este escándalo. Año en el cual, a parte del fallecimiento de un detenido implicado y la desaparición de Tareck El Aissami, prácticamente no supimos más nada.

Ahora, cuando se cumple un año, arrancó la segunda temporada con la presentación al público de Tareck, bañadito, perfumado, un poco paliducho, y siendo esposado. Por supuesto, sin explicar dónde estuvo o dónde lo capturaron.

Entran en escena las muñecas

En esta segunda ocasión, luego de revelado los presuntos intríngulis de la participación y dirección de Tareck en la trama, con toda una letanía de presuntos delitos, en la alocución del ministerio público se abordó el punto de la “red de prostitución”.

Entre las cosas que recordamos de memoria, se señaló que las muñecas habían participado del lavado de dinero, un delito muy serio, además de quedar calificadas y expuestas como “prostitutas”. En ningún momento, con la advertencia de “presuntas”.

A parte de que, de nuevo, no se informó cuántas son, dónde están y qué había pasado con ellas.

Ahora le toca a la defensa …

Para quien está acostumbrado a leer entre líneas, y no dejarse seducir por los anzuelos que muerden el escándalo, la situación coloca a la Muñecas en una posición de minusvalía e indefensión. A parte de que, organizaciones de defensa de las mujeres, en los pasados dos días han calificado estas declaraciones de misoginia, por lo que han manifestado que la manera en que han sido tratadas, denota “violencia de género”.

Estas denuncias llamaron nuestra atención. Lo que obligó a revisar los términos y calificativos aplicados a las Muñecas.

En primer lugar, haber señalado de prostitutas sin el calificativo de “presuntas”, fue y sigue siendo una sentencia sin juicio. Lo que más que producir un daño judicial – que lo es – produce un daño moral a la reputación de estas jóvenes que todavía no han sido sometidas a juicio en un tribunal, y que, por lo tanto, no han podido ejercer su derecho a la defensa.

En segundo lugar, las consecuencias que estas jóvenes, unas o todas, sean declaradas inocentes en juicio, les perseguirán de por vida. Porque ya fueron sentenciadas ante la opinión pública.

En tercer lugar, en las incidencias primeras del caso (marzo-abril 2023), algunas de ellas fueron señaladas en la prensa como las “amantes” de tales y cuales implicados. Lo que no necesariamente las coloca en el rol de prostitutas. Hay una gran diferencia.

En cuarto lugar, la acusación de que ayudaron a lavar dinero, nos lleva advertir que fueron según los acusadores 23 mil millones de dólares (para tener idea de la magnitud de esta cantidad, hay que tener presente que son 2,3 millones de pacas de billetes de 100 dólares) ¿Qué hicieron ellas? ¿Dónde ocultaron tal cantidad de dinero?

Es obvio, que no estamos en presencia de las mulas del narcotráfico que cargaban encima la droga en los aviones, para luego regresar de vuelta con el dinero.

En quinto lugar, en descargo de las Muñecas, se hace necesario revisar el modus operandi de la corrupción gubernamental.

El modus operandi

Otro punto, y que por rebote favorecería también a los masculinos imputados, es que la hipótesis oficial es bizarra, al no considerar el orden y las maneras de la corrupción.

Poniendo orden en los factores, es conocido que el funcionario que concede los contratos es un funcionario público, y quién paga la comisión es un privado. Si alguien quería petróleo, por lo dicho por la fiscalía, pagaba una comisión a un funcionario público, este cobraba una comisión, y el privado seguía con su negocio.

Por lo que se deduce de las alocuciones oficiales, los altos funcionarios: de petróleo, de las criptos oficiales y de las finanzas, manejaban ellos solos el negocio.

Aquí entra el juego la pregunta, que si ellos se repartían las prebendas, ¿para qué necesitaban la red de prostitución?. Una red que se entiende que habría sido para enredar y chantajear a los altos funcionarios, para que otorgaran los contratos.

Esto es lo que no cuadra, porque por los argumentos señalados hasta ahora eso no habría sido así.

Entonces, ¿De qué son culpables las muñecas en el cuadro de robo de los 23 mil millones de dólares? No está claro. Esa es la cuestión en estos momentos.

PD: no abordamos el tema moral, ni de la prostitución, ni el de haber sido amantes. No nos corresponde. No tenemos acceso al expediente. Analizamos el trato público dado a las damas.

Fotografía: Perry Mason, serie legal años 50-60

editor@eastwebside.com

@ermartinezd

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *