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La oposición, reacia a competir en las elecciones del próximo 21 de noviembre, tuvo este miércoles un gesto de rectificación que debemos reconocer y sobre el cual vale la pena emitir opinión.

El buen criterio político se impuso. Eso será positivo para el futuro inmediato de Venezuela y de los venezolanos. La oposición, toda ella sin adjetivos despectivos ni descalificantes, tiene una fuerza mayoritaria en toda la geografía nacional.

Por ello, el primer paso para el triunfo de cuando se tiene la mayoría, es asistir al proceso del 21-N. El segundo paso, es la unidad de toda la oposición para que los votos no se pierdan en candidaturas sin oportunidad de triunfo. El tercer paso, es la articulación de una estrategia de protección del voto opositor en las mesas y en las computadores del Consejo Nacional Electoral (CNE), en Caracas.

Ahora, hecho el anuncio de la incorporación de ese importante sector electoral, queda en “toda” la dirigencia opositora deponer las actitudes de soberbia política y sectarismo, para dejar de lado todas aquellas posiciones que alejan la posibilidad de acuerdo unitario de candidaturas.

Sería vergonzoso, que esa oposición que rectificó ayer en su camino de abstención, y que acepta reunirse con el régimen en México, ahora se abstenga de sentarse a dialogar con los otros sectores de la oposición que desde el primer día propusieron presentar candidatos.

Eduardo Martínez, Editor

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