La invasión rusa a Ucrania no puede verse con ligereza. No es una cuestión de preferencias o simpatías, como quien es tifoso del Real Madrid, del Barca o de cualquier otro equipo. La acción emprendida por Vladimir Putin plantea una grave cuestión de principios.
Estamos en presencia de la agresión de Rusia, un país grande y poderoso, a Ucrania un país más pequeño. Una situación similar a la ocurrida en 1990 cuando Irak invadió Kuwait, alegando derechos sobre ese territorio.
Países pequeños como Venezuela, no pueden permitir o justificar esta invasión. Es una cuestión de elemental protección que garantice su independencia.
Tolerar la invasión, daría pie a que países más grandes que el nuestro, un buen día puedan decidir invadirnos y anexar nuestro territorio aduciendo cualquier excusa pseudo histórica.
Eduardo Martínez, Editor