Editorial: Entre el triángulo CNE, diálogo y elecciones

Spread the love

real politik de jode bidenEn los últimos días, se ha generado una discusión sobre la designación de rectores del CNE, y también sobre la posibilidad de un diálogo entre el régimen y la oposición. Los rectores son una realidad. Y el diálogo pareciera ser también realidad por las filtraciones de tales reuniones.

Este martes, Juan Guaidó lanzó un llamado en tal sentido. EEUU lo apoyó de inmediato. Maduro lo rechazó, señalando que se incorporen a las «mesas» que ya existen y que no se crea un líder.  En la respuesta de Maduro puede estar el «secreto» de la situación.

Alguien se sienta a dialogar cuando está en una posición por lo menos incomoda, y ni que decir acosado y/o acorralado.

Para que un régimen se sienta acorralado, deben haber condiciones para ese malestar. Lo que sería generado por las consecuencias de la acción de gobierno del régimen -ya sea por comisión u omisión- y sobre todo, por las acciones que ante esta acción de gobierno emprenda su contraparte: la oposición.

En la medida en que la oposición presione, va colocando al régimen en la vía de una negociación. Un proceso que requiere que ambas partes tengan un punto común de cara al futuro.
Ahora, y hasta el momento,  las dos partes no parecen tener su mirada sobre el mismo punto.

El régimen quiere reconocimiento y recuperar los fondos congelados en el exterior, para así eliminar o disminuir las sanciones económicas.

La oposición quiere sacar del poder a Maduro y sus colaboradores, ante la debacle de la Nación.

El problema, es que por su naturaleza, el régimen inventa negociaciones “adhoc”. No para cambiar ellos, sino para que cambien los otros: los que reconocen a Guaidó y los venezolanos que siguen padeciendo en Venezuela.

La oposición, en los últimos tiempos no se ha caracterizado por presionar. Pareciera que le hizo mucho daño ganar las parlamentarias en el 2015. Porque aparte del golpe de mano del 2019, con la designación de Guaidó y la estrategia de los 3 puntos, el régimen se atrincheró en sus centros de poder, y se adecuó a una época de menos recursos.

En lo interno, fue desapareciendo la presión de la oposición. La pelea de Maduro es contra el mundo. «Águila no caza moscas» decía el difunto.

Finalmente, ¿qué iba a lograr la oposición con la designación de los rectores del CNE si no fue a las parlamentarias?

Probablemente se hubiera logrado mas si -a pensar del denunciado fraude cantado- la oposición le hubiera arrancado de la mano del régimen ese llamado a elecciones. Porque además, si bien sabemos de los mecanismos del CNE, también es de preguntar ¿cuál trampa le hicieron a Guaidó y a quienes le apoyan, si no se contaron?

Como la oposición no tiene fuerza parlamentaria en el esquema que diseñó el régimen, se obtuvo 2 de 5 rectores del CNE. «Un regalo».
En otra situación, la negociación -cierta y productiva- se habría dado. Lo que a su vez se habría traducido en un avance político y tal vez hasta lograr un miebro «independiente» para presidir el ente electoral.

Mientras tanto, corremos el riesgo de ser devorados por un triángulo como el de las Bermudas, cuyos lados son: el CNE, las elecciones y el diálogo.

Eduardo Martínez, Editor
www.economiavenezolana.com
www.eastwebside.com
editor@eastwebside.com

Deja un comentario