Cuando los dedos no alcanzan para tapar el Sol

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Por Eduardo Martínez

En Venezuela se vive un estado de agitación en las calles. Todo comenzó cuando los educadores, de manera organizada y por lo visto bien calculada, asumieron desde el lunes 9 de enero, los reclamos por salarios dignos y mejores condiciones laborales.

Las protestas cubrieron esa mañana del lunes las principales ciudades de los 22 estados y la capital. En estados como el Táchira, se sumaron desde temprano los trabajadores de la salud. En tanto en Ciudad Guayana desde esa noche, los trabajadores de la SIDOR tomaron los portones de la siderúrgica, y trancaron con autobuses las vías de acceso.

Desde el miércoles, grupos represivos han estado atacando a los trabajadores en paro, a quienes se les amenaza con imputarlo por graves delitos de traición a la patria, sabotaje, entre otros.

De nada valió que las estaciones radiales comunitarias, red oficialista, y que las televisoras que todavía están en el aire, no transmitieran los sucesos de las protestas laborales. No valió el control de la hegemonía comunicacional.

Los maestros lograron encender, las hojas secas de la insatisfacción de la gente, por los cuatro costados de la Nación. Ha sido como un reguero de pólvora, que le régimen no logra contener y que todavía no se observa que lo pueda apagar.

Los videos y fotografían que circulan por las redes sociales, ilustran el descontento de masas que como ríos desafían a las fuerzas represivas del régimen. El descontento es incontrolable, al iniciarse este viernes el quinto día de las protestas.

No importa de donde provengan las imágenes. El contexto es el mismo.

Frente a este estado de cosas, que tiende a agravarse día a día, el régimen debe abocarse a negociar con los gremios. Ya no le brinda provecho, correr la arruga de los conflictos laborales, con la estrategia de correr las arrugas de la crisis otorgando pírricos aumentos puntuales unilaterales. La negociación es la vía legal, y el “derecho a huelga” es la vía que los trabajadores tienen según la Constitución y las leyes.

Los trabajadores están pidiendo mejoras salariales al régimen de Nicolás Maduro, pero si el régimen sigue ignorando sus justas peticiones Maduro correrá el riesgo que las protestas terminen pidiendo su cabeza.

Ya la situación no da para que se pueda tapar el Sol con un dedo.  La situación es grave.

editor@eastwebside.com

Nota: el video que ilustra esta nota, habría sido grabado este jueves en la ciudad de Maracay.

 

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