Venezuela y Colombia reinician relaciones empujados por factores económicos

Lo económico privó sobre lo político en el encuentro entre los presidentes Hugo Chávez y Juan Manuel Santos

por Eduardo Martínez, Editor

A un par de días de juramentarse como presidente de Colombia, Juan Manuel Santos recibió al presidente Hugo Chávez de Venezuela en la Quinta San Pedro Alejandrino en Santa Marta, en la costa norte colombiana.

Allí se reunieron por varias horas para tratar una complicada agenda de desavenencias recientes. Si bien el origen de las diferencias es de naturaleza política, los problemas que generó la crisis diplomática son de naturaleza económica. No en vano, de los 5 puntos de la declaración de principios al final de la reunión presidencial binacional, 4 son de carácter y consecuencias económicas. Un solo punto de la declaración aborda el álgido tema de la seguridad.

La frontera entre Colombia y Venezuela es una línea invisible, que más que separar, une a los habitantes de los dos países. Los habitantes de la frontera son una sola gente, con dos administraciones. No hay mayores diferencias.

La naturaleza cultural y humana hizo que la integración en la zona fronteriza se diera de forma gradual y progresiva. Poco a poco, de lado y lado, la frontera real del comercio se fue extendiendo hacia lo más interno de cada país.

Es así, como en Venezuela, comenzamos a alimentarnos con los productos agrícolas de la periferia bogotana. También materias primas, de la zona de la Guayana venezolana, empezaron a ser vendidas en la costa del Pacífico colombiano. Luego seguirían los textiles, los aceites, la gasolina, las rosas, los vehículos ensamblados de uno y otro lado, las partes y piezas, las llantas en un reflujo entre los dos países, etc.

El intercambio nació de la mano de los que cruzan la frontera. No fue producto de la voluntad de los gobiernos. Por el contrario, se generó por la iniciativa privada de las personas. La acción de los gobierno llegaría después, y como en las últimas tres crisis, para disminuir e interrumpir el espontáneo intercambio que en algún momento llego a rozar los 8 mil millones de dólares al año.

La crisis de los containers de Pdval  tiene su origen primero en la interrupción del paso de carga por las fronteras terrestres. En horas, los alimentos frescos producidos en Bogotá y otras regiones de Colombia, podían llegar a Caracas. Igual ocurría con la carne, pollos y huevos. Los despachos eran prácticamente “puerta a puerta”, sin almacenajes intermedios.

Una vez se desatara la crisis diplomática, los alimentos tuvieron que ser traídos por barcos, desde lugares tan lejanos como Australia, Argentina, Uruguay y Brasil. El transporte de horas, pasó a meses. Los alimentos ya no llegaban frescos, tenían que venir congelados. El dañarse era previsible. Meses de transporte, meses de almacenaje, pocos días para poder consumirse.

Para Colombia, la crisis trajo una importante paralización de las exportaciones de sus productos agrícolas e industriales. Pero también la acumulación de cuentas por cobrar que no han sido honradas por Venezuela.

La recomposición de las relaciones, pasa por resolver los pagos pendientes. Pero Venezuela debe lograr garantizar, principalmente, el acceso a productos agrícolas, que lamentablemente las instituciones colombianas habrían ya colocados en otros mercados.

En todo caso, el nombramiento de comisiones binacionales deberá encontrar respuesta a estos problemas que surgieron como consecuencia del choque diplomático entre los dos países.

A continuación transcribimos el acuerdo suscrito en Santa Marta entre los dos presidentes.

DECLARACION DE PRINCIPIOS

Los Presidentes de la República de Colombia y de la República Bolivariana de Venezuela, reunidos en la ciudad de Santa Marta, Colombia, acordaron relanzar la relación bilateral, restableciendo las relaciones diplomáticas entre los dos países, con base en un diálogo transparente, directo, respetuoso y privilegiando la vía diplomática.

Este diálogo se llevará a cabo buscando garantizar la permanencia y estabilidad de la relación bilateral, dando estricto cumplimiento al Derecho Internacional, y aplicando los principios de no injerencia en los asuntos internos y de respeto a la soberanía e integridad territorial de los Estados.

Los Mandatarios también decidieron avanzar en la integración bilateral en beneficio del desarrollo de los dos pueblos y, particularmente, de las zonas y comunidades fronterizas, donde acordaron impulsar programas conjuntos en materia social y económica.

Acordaron igualmente la creación de cinco comisiones de trabajo así:

1) Comisión para el pago de la deuda y reimpulso de las relaciones comerciales

2) Comisión para trabajar un acuerdo de complementación económica entre ambos países

3) Comisión para desarrollar un plan de trabajo de inversión social en la zona de frontera

4) Comisión para el desarrollo conjunto de obras de infraestructura

5) Comisión de Seguridad


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