Venezuela, el país en donde siempre todo vuelve a empezar

… y ni qué decir, que hasta las cucarachas vuelan…

Por Eduardo Martínez

El historiador Manuel Caballero, para explicar las particularidades de Venezuela, siempre decía que Venezuela “era el único país donde las cucarachas vuelan”, y por eso, podía pasar cualquier cosa.

Con esta expresión, Caballero trataba que los analistas extranjeros entendieran porque en el país pasaban las cosas que pasaban y seguían pasando. En este sentido, Venezuela académicamente era un territorio donde todo es “posible”.

Pero las cucarachas voladoras, no son la única particularidad que nos diferencia del resto de países del mundo. Resulta, sin lugar a dudas, que es un país en donde todo vuelve a empezar. ¿Cómo es eso? Vamos a abordar un solo ejemplo, que se explicará por si solo.

El petróleo como ejemplo

Hay dos fechas claves en la historia de la extracción del petróleo Venezuela. En 1870, en la población tachirense de Rubio, fue la primera vez que un inversionista (venezolano) vio con sentido comercial una especie de alquitrán que sobrenadaba en las aguas corrientes.

La otra fecha importante, es en la segunda década del Siglo XX (1911-1916), cuando el territorio venezolano fue explorado de norte a sur, y de este a oeste, en lo que se llamó “la gran cacería del petróleo”. Labor realizada por jóvenes ingenieros estadounidenses que evaluaron dónde “potencialmente” se encontraban yacimientos petroleros. Estos hallazgos, desde entonces definieron los lugares en dónde se perforarían los pozos.

No todo estuvo marcado por las prácticas éticas y morales.  El primer Código de Minas del Siglo XX fue establecido en enero 1904, en la presidencia de Cipriano Castro. Instrumento legal que reafirmó el principio de que el presidente de la República podía administrar y otorgar concesiones sin necesidad de la aprobación del Congreso.

El negocio del capital venezolano

Estas concesiones fueron otorgadas a venezolanos. Sin embargo, terminarían casi todas ellas, en manos de capitales internacionales. El propósito del Código de Minas, era que las concesiones podían ser negociadas sin la consulta o conocimiento del presidente de la República, pero no con gobiernos extranjeros. Lo cual en pocos años ocurrió. Los venezolanos vendieron a buen precio las concesiones obtenidas.

En los años 20 se consolidaría la explotación petrolera por partes de empresas inglesas, holandesas y estadounidenses.

Leyes, decretos y resoluciones

A partir de los años 20, la visión de venezolanos en cargos ministeriales como Alberto Adriani y Gumersindo Torres, lograron ver el futuro con gran sentido nacional. Es así fue como surgieron disposiciones legales que tuvieron en cuenta realidades, estrategias y proyectos con visión de largo plazo. Todas estas previsiones que con menores ajustes fueron el marco jurídico que signó la explotación petrolera hasta la nacionalización (estatización) en 1.975.

Adriani y Torres observaron ciertamente que los venezolanos no tenían experticia para la prospección, explotación, bombeo, transporte, refinación y comercialización del petróleo. Debían aprender el oficio. Por ello, teniendo en mente esas debilidades, establecieron ese marco legal, a la vez que impulsaban las concesiones a las principales empresas petroleras internacionales. Preveían que, en un futuro, llegaría el momento en que la actividad pudiera pasar a manos venezolanas. Como ocurrió en 1975.

En paralelo, la bonanza que trajo el ingreso petrolero, fue permitiendo la construcción de la infraestructura, inexistente en 1920; a la vez que se empujó el desarrollo comercial e industrial del país.

Cuando se crea Petróleos de Venezuela, en pocos años estarían en el ranking de las cinco empresas petroleras del mundo. Los venezolanos, manejaban la industria con los criterios corporativos de las transnacionales que habían explotado el petróleo por más 50 años. Habían aprendido.

Ese volver a empezar…

No se empieza de nuevo, porque surjan problemas. Se empieza de nuevo cuando se fracasa o colapsa. Bueno…estamos en esa etapa. Parece mentira que las cucarachas hayan vuelto a emprender vuelo.

Si montados en esas cucarachas, pasamos un vuelo rasante sobre lo ocurrido en el período 1999-2024 – tan solo 25 años- nos damos cuenta que hemos retrocedido a principios del Siglo XX. Estamos buscando de nuevo a las empresas estadounidenses para que nos ayuden y enseñen a extraer el petróleo, refinarlo, transportarlo y venderlo. Hemos empezado de nuevo la historia.

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@ermartinezd

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