Las autoridades del Banco de Inglaterra han recortado los tipos de interés en un cuarto de punto porcentual, hasta el 4,25%, para amortiguar el impacto de la creciente incertidumbre económica en la economía británica.
La medida, ampliamente esperada, del Comité de Política Monetaria (MPC) del Banco, su cuarto recorte desde agosto pasado, también conllevaba una advertencia de que la economía británica se desaceleraría un 0,3% adicional en los próximos tres años, además de los drásticos recortes a sus previsiones realizadas a principios de este año.
En un duro golpe para la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, el MPC afirmó que la combinación de incertidumbre en torno al impacto de la política comercial estadounidense en la economía mundial y las incertidumbres sobre las perspectivas para el Reino Unido implican que el crecimiento se mantendrá prácticamente estancado durante el resto del año.
En su anuncio previo al acuerdo comercial entre Keir Starmer y Donald Trump, el Banco afirmó que el crecimiento económico «se considera que se ha desacelerado y se espera que se mantenga moderado a corto plazo». En una votación dividida, con dos de los nueve miembros del Comité de Política Monetaria (MPC) votando a favor de un recorte mayor de 0,5 puntos porcentuales y dos votando por mantener el nivel actual del 4,5%, el Banco mostró una gran cautela sobre el número de recortes de tipos de interés durante el resto del año.
Los mercados financieros prevén al menos dos recortes adicionales de un cuarto de punto porcentual en los costes de financiación este año.
Sin embargo, la preocupación de que la inflación se mantenga por encima del objetivo del 2% hasta 2026 llevó al Instituto Nacional de Investigación Económica y Social a pronosticar esta semana que el Banco se limitaría a un solo recorte más en 2025.
El gobernador del Banco, Andrew Bailey, declaró: «Las presiones inflacionarias han seguido disminuyendo, por lo que hemos podido recortar los tipos de nuevo hoy. Las últimas semanas han demostrado lo impredecible que puede ser la economía mundial. Por eso debemos mantener un enfoque gradual y cauteloso ante nuevos recortes de tipos. Garantizar una inflación baja y estable es nuestra máxima prioridad». El Banco afirmó que sus últimas previsiones trimestrales se basaban en la situación arancelaria actual y no consideraban el acuerdo propuesto entre los ministros del gobierno y la Casa Blanca, confirmado horas después.
Los detalles del acuerdo mostraban que el Reino Unido había reducido un impuesto del 27,5% a las exportaciones de automóviles y un 25% a las de acero y aluminio, a cambio de concesiones en algunos sectores, como la agricultura.
Sin embargo, el ministro de Hacienda ha dejado claro que, independientemente de cualquier excepción, el país seguirá viéndose afectado por la desaceleración mundial que se espera que resulte de la guerra comercial.
Fuente: The Guardian