El gobierno de Trump anunció el jueves un acuerdo comercial con el Reino Unido en términos grandilocuentes, pero con detalles limitados sobre sus resultados.
El acuerdo abrirá el mercado británico a la carne de res, el etanol y otros productos agrícolas estadounidenses, según informó la Casa Blanca. También facilitará el acceso de los automóviles y el acero británicos a los consumidores estadounidenses.
El pacto respalda en parte los argumentos del presidente Donald Trump de que sus elevados aranceles podrían dar lugar a acuerdos que abran los mercados extranjeros. Sin embargo, las reacciones iniciales de los economistas fueron frías, y muchos señalaron que el Reino Unido no es un socio comercial lo suficientemente grande como para que EE. UU. realmente impulse la economía estadounidense.
«Es más simbólico que económico», declaró Beata Caranci, economista jefe del banco TD Economics, en un correo electrónico. «Lo que hemos aprendido es que estos anuncios iniciales se centrarán más en ajustes marginales y en la mitigación de puntos críticos, en lugar de en el fin de la guerra comercial». Trump declaró el jueves en la Oficina Oval que se definirán más detalles en las próximas semanas. Sin embargo, en una hoja informativa, la administración afirmó que el acuerdo es histórico y un gran acuerdo para Estados Unidos.
Fuente: Associated Press, Christopher Rugaber