“Régimen y gobierno son dos cosas distintas. En el lenguaje ordinario suelen asimilarse: el régimen del presidente fulano o el gobierno de la ministra mengana. Pero son dos cosas muy diferentes. Un régimen establece las reglas mediante las cuales se adquiere y se ejerce el poder. Un gobierno es una administración regulada por un régimen en un periodo determinado”.
El Universal de México
Por Eduardo Martínez
Los acontecimientos suscitados el domingo 28 de julio, a raíz de la publicación de resultados electorales contrarios a la voluntad popular, establecen un claro antes y después para Venezuela. La manera de proceder del régimen, de talante autocrático, quedó al descubierto gracias a la gestión de Elvis Amoroso, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE).
¿Cuál es ese descubrimiento? Nada más y nada menos la naturaleza amañada de como se ejecutan los procesos electorales en Venezuela. Algo que no es nada menos que desde los orígenes de la presidencia de Hugo Chávez. Denunciado muchas veces. No reconocido, primero por la ola de popularidad y disponibilidad de financiera de los primeros años del régimen, por los altos precios petroleros, y luego porque esa disponibilidad permeaba hacia los cinco continentes del globo terráqueo.
Ahora, con todo lo que ha pasado desde el 2013, la atención de expertos y analistas ha estado latente y despierta.
Ya, en la primera re elección de Nicolás Maduro le acarreó el establecimiento y desconocimiento de cerca de 60 países. Ahora, la grotesca construcción de unos resultados de laboratorio -que no tienen nada que ver con la voluntad popular- por boca y responsabilidad del presidente del CNE, ha quedado al descubierto la falta de transparencia, la no existencia de un proceso electoral en libertad, y lo más resaltante: la no existencia de de una autonomía de los poderes públicos. Todos ellos partícipes de una conspiración que ha llevado a dar un golpe público y notorio a la voluntad popular.
Paradójicamente, tal vez esta sea la primera vez que en esta seguidilla de fraudes, que el CNE ha actuado de cara a los venezolanos, pública y notoriamente: Todos nos hemos dado cuenta de una burda trampa, ante nuestros ojos y, sobre todo, mal hecha.
El régimen se desmorona, se cae. Lo que queda es un gobierno con un jefe de gobierno sitiado. Uno arrastrará al otro. Es una implosión imparable.
@ermartinezd
Excelente Editorial cuenta una gran verdad!!! Estoy totalmente de acuerdo con tu punto de vista!!!!