- El PIB en el segundo trimestre disminuyó -1,9%.
- Comunicaciones crece en 6,5%.
- La industria de alimentos se expande en 6,2%.
- Los servicios públicos de educación y salud crecen significativamente en 4,6% y 3,7% respectivamente.
De acuerdo con estimaciones preliminares, el Producto Interno Bruto-PIB a precios constantes experimentó en el segundo trimestre de 2010 una disminución de 1,9%, respecto a similar período del año anterior, caída mucho menos intensa que el 5,2% registrado en el primer trimestre; ambos resultados determinan una contracción de 3,5% en el primer semestre del año. Este descenso en la caída obedece a una desaceleración generalizada en la contracción de las actividades económicas y a la contribución de otros sectores que continúan con significativo crecimiento. La economía experimentó la menor disminución en los cuatro últimos trimestres.
Entre las causas que explican el descenso puntual del PIB en el segundo trimestre se encuentran factores coyunturales, como la continuidad del plan de ahorro eléctrico implantado con la finalidad de garantizar el consumo racional y equitativo de la energía eléctrica. En sentido contrario, la instrumentación del Sistema de Transacciones en Moneda Extranjera (Sitme) favoreció el suministro de divisas a los agentes económicos, lo cual contribuyó a la desaceleración de la caída.
Desde el punto de vista institucional, el valor agregado bruto del sector público disminuyó 1,5% en el trimestre, mientras que el de la actividad económica privada registró un descenso de 1,8%, en ambos casos al comparar con el segundo trimestre de 2009.
Actividades económicas:
La actividad económica en el segundo trimestre del año estuvo determinada por las disminuciones registradas en el valor agregado de las actividades petrolera (-2,0%) y no petrolera (-1,7%), respecto a igual período del año anterior.
Actividad petrolera:
El comportamiento de esta actividad en el trimestre obedece a la menor producción de crudo, lo cual fue atenuado por el crecimiento en la elaboración de productos refinados para satisfacer la mayor demanda del mercado interno, relacionada con el uso de plantas termoeléctricas para la generación de energía.
Actividades no petroleras:
En el desempeño observado en las actividades no petroleras destacan el crecimiento del valor agregado de las comunicaciones (6,5%), los servicios producidos por el gobierno general (2,9%) y los servicios comunitarios, sociales y personales (0,6%). Sin embargo, estos resultados favorables no compensaron los descensos que experimentaron: la industria manufacturera (-3,7%), el comercio (-6,0%), la construcción (-6,4%), los servicios de transporte (-2,2%), los intermediarios financieros (-7,7%), la minería (-19,6%), los servicios inmobiliarios (-0,6%) y la electricidad y agua (-8,8%). Debe señalarse que en estos comportamientos incidieron la menor disponibilidad de insumos de origen importado, el plan de ahorro energético y la disminución de la demanda agregada interna.
Industria manufacturera:
En esta importante actividad destacan los significativos crecimientos observados en las industrias privadas de alimentos (5,6%), sustancias y productos químicos (14,0%), minerales no metálicos (13,7%), edición e impresión (1,1%), papel (7,2%), maquinarias y equipos (15,2%), maquinarias y aparatos eléctricos (7,1%), prendas de vestir (20,5%) y textiles (46,0%). Por el contrario, se observaron contracciones en las industrias del caucho y plástico (-9,0%), metales comunes (-45,8%), productos elaborados de metal (-19,7%), muebles (-46,4%) y vehículos (-12,4%). En el caso de las empresas manufactureras del sector público afectó en mayor medida el acatamiento del plan de ahorro energético instrumentado por el Ejecutivo Nacional.
Es importante destacar el relevante esfuerzo realizado por la industria de productos alimenticios para impulsar la oferta de origen interno, cuyo destino se orienta al consumo final de las familias. En particular se observó un mayor volumen de producción en trillado y molienda de trigo (20,4%), en los productos lácteos (2,3%) y en procesamiento de carne y derivados (1,8%), estimulados, entre otros aspectos, por la flexibilización en el control de precios de algunos productos y por la mayor disponibilidad de insumos en el sector.
Construcción:
Bajo el enfoque institucional, la construcción demandada por el sector público registró un crecimiento de 2,1%, asociada a una mayor ejecución de obras por parte de las empresas públicas (8,3%), principalmente vinculadas con obras de generación termoeléctrica por parte de Pdvsa y las empresas eléctricas. Este comportamiento resultó atenuado por la menor contratación de obras por parte del Gobierno General de 3,8%.
Por su parte, la construcción demandada por el sector privado disminuyó en 25,0%, tanto en la ejecución de obras de carácter residencial como no residencial.
La caída observada en el período obedece, entre otros factores, a los problemas confrontados con el suministro de insumos básicos, a su vez relacionados con la generación de electricidad, y al retraso en la contratación y pago de obras por restricciones administrativas y operativas en los entes del Gobierno General.
Comunicaciones:
Esta actividad mantiene la tendencia expansiva observada durante 26 trimestres consecutivos. Institucionalmente el valor agregado correspondiente a los sectores público y privado se incrementó en 8,7% y 4,3%, respectivamente, sustentado en la incorporación de tecnologías que permiten suministrar nuevos productos e incorporar un mayor número de usuarios a este importante servicio social.
Productores de servicios del Gobierno General:
El resultado positivo obtenido para los servicios del Gobierno General (2,9%) es atribuible, esencialmente, a una mayor prestación de servicios de enseñanza (4,6%), salud (3,7%) y de administración pública y defensa (1,5%), cuya finalidad radica en el mantenimiento de programas dirigidos a favorecer en forma directa a la población de menores recursos, lo que favoreció una mayor ocupación en el sector.
OFERTA Y DEMANDA GLOBAL
La oferta agregada se contrajo en 3,2% por el efecto combinado de una disminución de 6,4% en las importaciones y del mencionado descenso del PIB.
La demanda global disminuyó como consecuencia de las reducciones observadas tanto en la demanda agregada interna (-0,9%) como en las exportaciones (-19,4%). El resultado de la demanda agregada interna se asocia con la disminución del gasto de consumo final privado (-2,4%) y de la inversión bruta fija (-0,8%), efectos que fueron atenuados por el crecimiento en el gasto de consumo final del Gobierno General (3,1%). En este último se contemplan todos aquellos bienes y servicios comprados a terceros por el Gobierno y suministrados directamente a las familias, generando, en consecuencia, un mayor consumo final efectivo en los hogares.
Finalmente, con respecto a la inversión se debe destacar, la mayor canalización de recursos hacia el plan en infraestructura eléctrica, principalmente por las nuevas responsabilidades sociales asumidas por la petrolera estatal.
Los resultados observados ratifican la tendencia hacia la recuperación y la senda del crecimiento sostenido; en tal sentido, el Banco Central de Venezuela reafirma el compromiso de continuar adoptando, en coordinación con el Ejecutivo Nacional, políticas que permitan moderar las presiones inflacionarias, adecuar los niveles de liquidez del sistema bancario, participar, vigilar y regular el mercado de divisas, mantener el funcionamiento adecuado en los sistemas de pago, estimular y canalizar el crédito a los sectores productivos e incentivar el ahorro, todo ello con miras a propiciar las condiciones que generen espacios para continuar con el avance y desarrollo del país. Así mismo, el Banco Central acentuará la promoción de acciones que fomenten la solidaridad, la participación ciudadana y la corresponsabilidad social, a los fines de contribuir al bienestar de la población venezolana.
Fuente: Prensa BCV