El economista Orlando Ochoa reflexiona sobre los resultados de las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre, preguntándose ¿cómo puede un gobierno autoritario, corrupto, ineficaz en manejo económico e incapaz de sostener una mínima estructura de servicios públicos, tener todavía un apoyo de 48 por ciento de los votos válidos?
Antes y después del 2012
Por Orlando Ochoa P.
Es difícil esperar una rectificación por parte del gobierno del presidente Chávez, admitiendo que se ha equivocado en la conducción política del país, en la desestabilización de la economía y destrucción de la capacidad productiva pública y privada. Fidel Castro, a su estilo, ha explicado que la sociedad comunista no es viable y le facilitó a su hermano el inicio del camino de reformas con mayor libertad económica. El fanatismo ideológico marxista hoy no es animado por ejemplos de sociedades comunistas en búsqueda de un futuro bienestar más equitativo, es movido, como en el caso venezolano, por un profundo resentimiento social.
Mucha gente se pregunta cómo puede un gobierno autoritario, corrupto, ineficaz en manejo económico e incapaz de sostener una mínima estructura de servicios públicos, tener todavía un apoyo de 48 por ciento de los votos válidos. Debemos reflexionar sobre lo que puede ocurrir hasta el 2012. El impacto político del daño económico e institucional es ya visible en el voto castigo, pero fue mitigado en las zonas más pobres por redes clientelares y transferencias sociales asociadas. Le expliqué al Diario La Nación (Argentina) el sábado 25 de septiembre: «La crisis económica aún no tiene un elevado impacto político [decisivo] porque la contiene la red clientelar del gobierno. Así, el chavismo podrá sostenerse hasta que crezcan las aspiraciones de cambio, lo que las encuestas comienzan a indicar tímidamente. Es un sistema perverso, por lo que al gobierno que suceda al chavismo le hará falta un plan de reconstrucción económica, más allá de los temas de la libertad y democracia».
El enorme deterioro socioeconómico no podrá ser revertido antes del 2012. Venezuela perdió la estabilidad fiscal y de precios en 1975, unos 24 años antes de encargarse Hugo Chávez. Un gobierno distinto en el futuro cercano deberá buscar una respuesta política y económica que procure un amplio respaldo social para lograr cambios, donde antes no se pudo. La forma de hacer alianzas políticas deberá ser distinta, con un gran propósito común de esta magnitud. No hay cambios sociales duraderos sin cambios económicos. Creo que los venezolanos estaremos preparados en 2012 para percibir la diferencia cualitativa en una oferta de gobierno alternativa.
Twitter: @orlandoochoa