La optimista campaña de una presunta recuperación económica
Por Eduardo Martínez
Luego de las elecciones regionales y locales de noviembre, el régimen se ha empeñado en una campaña propagandística para hacer ver que el país va en el camino de la regularización económica. La primera acción, en este sentido, fue hacernos creer que la producción petrolera había aumentado en el mes de diciembre a cerca de los 800 mil barriles diarios de petróleo. Sin embargo para el 5 de enero -como reportó El País de España- el régimen se jactaba de haber llegado al millón de barriles. Maduro, no perdió para anunciar que en el 2022 se llegaría a los 2 millones de barriles diarios.
La falsedad de las apoteósicas cifras de producción anunciadas, quedarían al descubierto, cuando la OPEP informó que el promedio en diciembre del 2021 había sido de 681 mil barriles diarios, poco menos de 400 mil barriles diarios menos.
En cuanto a la Energy Information Administration (EIA), reportó que en diciembre Venezuela había producido 680 mil barriles en noviembre del 2021, 750 mil barriles en diciembre 2021, y 680 mil barriles en enero 2022.
Las cifras de la EIA y la OPEP, aunque difieren, pueden representar un desfase -estadísticamente entendible- por la poca seriedad demostrada por Venezuela para recabar y publicar las estadísticas de producción a tiempo.
En otro ingrediente de esta campaña, el Banco Central de Venezuela (BCV) publicó esta semana el índice de inflación para el mes de enero, ubicándolo en 6,7%, casi un punto menos que en diciembre. Una información que fue lanzada enfatizando que regresamos a una inflación de un solo dígito, y que para febrero, ya no estaremos en una situación hiperinflacionaria.
Esta cifra optimista cifra de inflación, ha sido recibida con perplejidad por los economistas y expertos.
Aunque no hay que ser expertos para darse cuenta que, tanto en diciembre como enero, los aumentos de precios en dólares -que es la moneda con la que los venezolanos están pagando sus compras, aumentó en forma considerables. Teniendo como particularidad, lo apreciable del aumento de precios de los productos de una semana a la otra.
Surgiendo mayores cuando, cuando se razona que en las clases socioeconómicas más numerosas, la compra de alimentos llega a representar hasta un 90% del ingreso familiar.
Habrá que esperar que las ONG, que estiman mensualmente el precio de la canasta alimentaria, anuncien sus cálculos para el pasado mes de enero.
Ahora no debemos olvidar, que si baja el índice inflacionario en algún momento, no significa que los precios bajen, solo que no siguieron aumentando.
Mientras tanto, continúa la campaña propagandística del régimen, para que nos convenzamos que estamos entrada en una era de recuperación económica. Lo que nos recuerda las estrategias propagandísticas de José Goebbels para hacer creer lo que no era verdad, con simplemente repetir varias veces una mentira.
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