José Guerra: Pdvsa y Goldman Sachs

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por José Guerra

Recientemente se destapó un escándalo relacionado con la venta de bonos de Pdvsa emitidos en 2014 y con vencimiento en 2022. Esos bonos fueron colocados por Pdvsa al BCV como pago por su financiamiento en bolívares, por cuanto el instituto emisor es quien está financiando masivamente a la estatal petrolera, debido a los enormes déficits que esta compañía presenta en sus balances.

Así, Pdvsa quedó endeudada en dólares para recibir unos bolívares carentes de valor. Esos bonos llamados Pdvsa 2022, en manos del BCV, sumaban US$ 2.800 millones (dos mil ochocientos millones) pero fueron vendidos por apenas US$ 865 millones (ochocientos sesenta y cinco), lo que implica un descuento de casi 70,0%. Es decir, por cada cien dólares que tenía el BCV, apenas recibió treinta dólares. Pero en realidad lo que obtuvo el BCV de parte de Goldman Sachs, fueron US$ 760 millones, con lo cual el descuento alcanzó en realidad a 73,0%. Se trata de unos bonos rematados a precios de gallina flaca, lo que refleja las enormes dificultades de caja que hoy sufre el BCV, con sus reservas internacionales mermadas y comprometidas en el pago de una deuda externa, contraída de manera irresponsable. Para esa jugada se utilizó la pequeña casa de bolsa Dinosaurio, cuyo capital es US$ 500 mil, lo que claramente evidencia que hay un conjunto de intermediarios venezolanos con contactos en el BCV, con las manos metidas en este negocio.

En esta operación hay claramente un daño al patrimonio público, cuya primera responsabilidad recae en Ricardo Sanguino, presidente del BCV. Ni en los tiempos de Guzmán Blanco, cuando él mismo contrataba los préstamos con bancos alemanes, ingleses y franceses, se había hecho una transacción financiera tan perjudicial para el país. Por ello, la investigación que adelanta la Asamblea Nacional busca determinar la magnitud de la pérdida para el sector público.

Pero esta transacción con Goldman Sachs es una de las tantas que se han hecho contra los intereses nacionales, en una acción que ha liquidado los activos nacionales a precio de saldo para oxigenar a un gobierno que mientras más dinero recibe, mayor es su déficit. Así, entre 2014 y 2015, Pdvsa negoció las acreencias que tenía con República Dominica por US$ 3.000 millones y con Jamaica por US$ 2.500 millones, por menos de la mitad de su valor. Igualmente, en noviembre de 2016, la misma Pdvsa, para completar el pago de su deuda externa emitió un bono comprado por la empresa rusa Rosnetf por US$ 1.500 millones poniendo Pdvsa como garantía la mitad de las acciones de Citgo y luego mediante otra transacción de financiamiento hipotecó el otro 50,0% de Citgo. Buena parte de esa plata de la liquidación de activos y de endeudamiento fue a parar a manos de un conjunto de importadores vinculados al gobierno, quienes usan un esquema cambiario perverso para enriquecerse. De esta manera, al final el saldo es un grupo de privilegiados ricos y la nación endeudada.

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