Las empresas del Estado, sobretodo las expropiadas en los últimos tiempos, han venido parándose por falta de recursos. Sin embargo, el presidente propuso este domingo que funcionen sin cobrar la venta de lo que fabriquen.
Tenemos el ejemplo de la totalidad de las empresas eléctricas. Fueron estatizadas las que estaban en manos del sector privado, pero previo a ello venían siendo castigadas con el congelamiento de las tarifas. De esta manera, no tenían dinero para invertir en mantenimiento, ni para la expansión y mejora del servicio que prestaban.
Una vez pasaron a manos del estado, tampoco se actualizaron las tarifas. Con lo que llegamos a la crisis eléctrica de este año.
Ahora, al presidente le parece en su buen entender de las cosas, sobretodo si muestran alguna complejidad, que “no podemos convertir en mercancía todo lo que producimos”.
En el Aló Presidente de este domingo, el presidente preguntó “¿Por qué una fábrica de tubos tiene que comprarle materia prima a Sidor si esa planta también es de la Revolución? Y por qué luego esa planta tiene que venderle los tubos a Pdvsa? Ese sistema no se aleja mucho del sistema del mercado capitalista, todo lo que producimos se convierte en un dinero, en una mercancía”.
La nota de prensa, elaborada por AVN, se explica a sí misma:
“No tengo por qué venderlos, son insumos de producción… No podemos convertir en mercancía todo lo que producimos, ése es el capitalismo”, dijo el Presidente e insistió en atacar este problema antes de que crezca.
El sistema capitalista divide todo en pedazos, pero el socialismo tiene que articular, tiene que unir al ser humano y al colectivo, es un solo cuerpo, enfatizó.
En ese sentido, Chávez instó al gabinete ministerial a trabajar en la creación de un sistema distinto, el cual debe procurar que cada fábrica o planta tenga un presupuesto de funcionamiento básico, para que luego una unidad de comercialización sea la única que se encargue de vender toda la producción y a partir de eso hacer un presupuesto para cada empresa.
«No se trata de ganancia, esos son calibradores capitalistas«, acotó, «se trata de afianzar un proceso que irá creando solidaridades, conciencia en los trabajadores y el conocimiento preciso sobre cuáles son los costos reales de producción, lo que a su vez permitirá bajar los costos de venta».
“¿Si el cemento lo hacen los trabajadores, lo hemos recuperado, por qué le voy a vender este producto social al Ministerio de Vivienda, que está construyendo?… Todo converge en el cumplimiento de la misión, pero no a través del dinero, porque se haría inviable todo”, agregó.
Probablemente, el presidente no entiende todavía que por la vía que él plantea, sería más “inviable” todo.
Fuente: Redacción, Aló Presidente, AVN