La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó por unanimidad un proyecto de ley, ya aprobado por el Senado, para extender hasta 2019 la legislación que impone sanciones a funcionarios venezolanos acusados de violaciones a los derechos humanos.
El Senado decidió en abril extender las sanciones hasta 2019, por lo que la legislación –conocida como Ley de Defensa de los Derechos Humanos y la Sociedad Civil de Venezuela— será remitida ahora a la Casa Blanca para que el presidente Barack Obama firme el ejecútese.
Washington ha congelado activos en territorio estadounidense de siete funcionarios venezolanos en el marco de la ley sancionada en 2014 y cuya vigencia terminaba el 31 de diciembre de 2016, pero la congresista Ileana Ros-Lehtinen y el senador Marco Rubio exhortaron al presidente Obama a sancionar a otros funcionarios.
Rubio, uno de los impulsores de la ley, dijo en un comunicado sentirse “orgulloso de que el Congreso, una vez más, se ha puesto al lado del pueblo venezolano”.
“Mientras el despreciable régimen de Maduro continua violando los derechos de su propio pueblo, es nuestro deber como país continuar haciendo todo lo que sea posible para encarar la catástrofe en que se ha convertido Venezuela”, dijo Rubio.
Otro patrocinador de la ley, el demócrata Bob Menéndez, llamó a los gobiernos del continente a «adoptar medidas similares para presionar al gobierno de Nicolás Maduro y apoyar juntos a la sociedad civil venezolana».
El doctor Christopher Sabatini, experto en temas latinoamericanos y profesor de Relaciones Internacionales y Asuntos Públicos en la Columbia University, asegura que el mensaje que Estados Unidos envía a la región y al mundo con esta ley es su compromiso con el respeto a los derechos humanos.
Al mismo tiempo, Sabatini cuestiona el silencio regional con respecto a la crítica situación en Venezuela afirmando que, a corto plazo, puede afectar directamente a la región.
«La crisis política y humanitaria en Venezuela va a tener un impacto en la región, y no entiendo como países como Colombia, Brasil y otros no expresan su apoyo al pueblo venezolano, de manera directa y contundente. Esa es una relación de buenos vecinos que muestra la verdadera preocupación por la situación de un pueblo que está enfrentando muchas dificultades», advierte Sabatini.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, repudió en abril a la legislación, a la que caracterizó como «un plan para recolonizar, reconquistar y tomar la patria. Es un plan intervencionista» agregó.
Venezuela rechazó renovación de sanciones
A través de un comunicado Venezuela reiteró su soberanía e independencia desde hace 205 años, y rechazó las sanciones por ilegítimas e injerencistas de Estados Unidos por violar la soberanía, autodeterminación y democracia participativa y protagónica.
A continuación el comunicado íntegro:
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR
PARA RELACIONES EXTERIORES
COMUNICADO
La República Bolivariana de Venezuela rechaza categóricamente la aprobación en el Congreso estadounidense de la extensión de las sanciones unilaterales, ilegales y violatorias del Derecho Internacional, que los Estados Unidos de América mantiene sobre nuestro país.
Venezuela es un país soberano desde hace 205 años. Conquistamos nuestra Independencia del Imperio más poderoso del mundo, y no serán precisamente las pretensiones imperiales contenidas en sanciones ilegítimas las que desviarán a nuestro país del rumbo que su pueblo, en uso de su soberanía, autodeterminación y democracia participativa y protagónica, ha decidido darse hacia la construcción de una sociedad más justa, democrática y de paz.
Exigimos al Presidente Barack Hussein Obama respetar el Derecho Internacional y los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, así como una vez más le instamos a no promulgar esta ley que va en contra del sistema multilateral y a derogar su orden ejecutiva, una vez que él mismo ha reconocido públicamente que Venezuela no representa ninguna amenaza a los Estados Unidos. La comunidad internacional ha ratificado este mensaje exigiendo la derogatoria de las acciones unilaterales estadounidenses.
La imposición de sanciones unilaterales sobre Venezuela evidencia el doble discurso del gobierno estadounidense, que por un lado dice estar a favor de un diálogo en Venezuela, y al mismo tiempo, con este gesto político, alienta a que sectores históricamente antidemocráticos y violentos de la oposición, continúen saboteando los intentos por mantener la paz y el respeto al orden constitucional venezolano.
El Pueblo y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela reiteran la confianza en sus instituciones legítimas, y condenan cualquier intento por desconocerlas y amedrentarlas, reafirmando su convicción en las palabras del Comandante Hugo Chávez: «¡Nadie detendrá la marcha victoriosa de la Patria de Simón Bolívar!»
Caracas, 7 de julio de 2016
Fuente: VOA, AVN