Son preocupantes los últimos indicadores inflacionarios, publicados por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF). En el mes de julio de 2023 “la tasa de inflación anualizada experimentó una aceleración al totalizar 439%, mayor al 429% de junio, en tanto que la tasa de inflación acumulada registró un comportamiento similar al pasar de 110,8% en junio a 115% en julio de 2023”.
En tanto “la tasa de inflación mensual se situó en 7,2”. Y si bien es menor al 8,5% de junio. Esta alza del 7,5% en julio esta correlacionada con el aumento del dólar en el mes de julio que fue del 7,1%.
Esta relación que nos dice que, la inflación aumenta en la misma magnitud en que aumenta el dólar, está magnificada por el hecho de que en los primeros cuatro días de agosto la tasa de cambio dólar/bolívar aumentó 7,6%. Lo que proyecta que la inflación de agosto cerrará en un porcentaje mayor al de julio.
Los aumentos de precios
También el OVF reportó que los mayores aumentos se encontraron el los “Servicios de Comunicación” con +32,2%, la “telefonía fija” con +88%, la telefonía celular con +39% y el servicio de internet con +32%.
Asimismo, los gastos de educación con +10.4%, los de restaurantes y hoteles +8,8% y salud +7,9%. Por su parte, los alimentos con +4%.
De esta manera, las remuneraciones de los empleados y obreros de la Administración Pública han reflejado un marcado deterioro por cuanto las mismas se han mantenido fijas en términos nominales en tanto que los precios mantienen una clara tendencia alcista.
¿Es posible un antídoto para contrarrestar la hiperinflación?
El que la inflación aumente, en la misma medida que aumenta el precio del dólar, nos revela un angustiante futuro inmediato.
Esta correlación -estadísticamente de “1” – nos está diciendo que si queremos bajar la inflación debemos producir más e importar menos. Lo que es poco probable en un futuro inmediato.
Las políticas económicas aplicadas, durante la era Chávez-Maduro (24 años) han tenido como consecuencia el desmantelamiento del aparato productivo venezolano.
Recordemos que según Conindustria ha informado que de las cerca de 12 mil industrias operativas para 1999, hoy sobreviven poco más de 3 mil. Con el agravante de que las que siguen operativas están produciendo por debajo de su capacidad de producción. (se estima en poco más del 30% de su capacidad instalada).
Por otra parte, la industria petrolera -gran generadora de ingreso de divisas en el pasado- a pesar de los esfuerzos de Chevron no ha logrado cruzar la línea del millón de barriles diarios.
Sin suficientes dólares para financiar la economía venezolana, lo que estamos viendo a diario en las mesas de cambio de la banca, es que el gobierno inyecta dólares para tratar de controlar la tasa de cambio. A pesar de esa quema de dólares, lo que logra es que la devaluación no sea mayor de lo que es, pero todavía está lejos de sacar al país de los niveles hiperinflacionarios.
Y desde el punto de vista de las “grandes mayorías”, es decir de los consumidores, con salarios por debajo de lo que cuesta la Canasta Básica la demanda de bienes está deprimida. Es lo que ha sido reportado por los comerciantes, que señalan que en el primer semestre del 2023 la demanda se ha contraído en un promedio del -40%.
A esta mezcla de factores, que atentan contra la producción nacional, hay que sumar los efectos de la alta tributación a las empresas, y la existencia de un marco legal que no garantiza la seguridad jurídica.
Dicho en otras palabras, en este contexto no es atractivo producir en el país. Y si no se produce en el país, hay que seguir importando. Lo que por lo visto, tampoco es una solución que satisfaga las necesidades de los venezolanos.
El combo de ingredientes es explosivo. No los consumidores no tiene dinero para comprar, el comercio debe importar, no hay cómo producir para satisfacer al mercado venezolano, y los dólares no son suficientes.
A corto plazo, lo que queda es surfear la ola hiperinflacionaria. Lo que es cada vez más difícil. Los cinturones se quedan sin espacio para abrir mas huecos. En tanto las personas no comen con anuncios e indicadores maquillados. Al mercado, se debe ir con dinero.
@ermartinezd