El que está ganando no hace trampa … tic tac – tic tac – tic tac …

Por Eduardo Martínez

Hay muchas cosas que el régimen no entiende, y tal vez nunca las entenderá. Pero esos son los detalles que por los que Edmundo González aventaja al maltrecho candidato a la reelección. ¿Por qué ocurre eso?

Así, como son muchas las cosas, son muchas las razones.

Desde un principio, la oposición ha tenido viento a favor. Mientras el régimen, no termina de salir del barro del país en el cual se ha hunido por el desastroso ejercicio de gobierno. Más que barro, una tierra movediza. Más se mueve, más se hunde.

Hay que resaltar, que antes de que comenzara el período electoral, ya el desastre gubernamental había acabado con el apoyo popular que alguna vez tuvo Chávez. Maduro nunca lo tuvo. Desde el 2013, elección tras elección, su votación -así como su popularidad- cayó en picada. Al punto que hizo todo lo posible para evitar un referéndum constitucional violando la Constitución.

De realizarse ese referéndum, ni él estaría hoy día en Miraflores, ni el país estuviera en el foso de la crisis, ni hubieran emigrado casi 10 millones de venezolanos.

A un país lo hace la gente. Y sin un tercio menos de gente, el país es un tercio más pequeño. Y aún así, no hay suficientes productos para alimentar a los venezolanos que se quedaron, y suministrar lo necesario para generar bienestar.

Pero eso es una parte de lo que no han entendido. Porque se suma lo que pareciera ser la debacle electoral del próximo 28 de Julio. Algo que no entienden porqué llegaron hasta aquí, y por lo tanto se niegan a aceptar. Doble problema para ellos. Dos cosas más…por ahora.

Eso no les permite ver que el liderazgo de María Corina Machado se fundamenta en su narrativa, su verticalidad en lo personal y su horizontalidad en el trato a los venezolanos, que la ven como “igual”.

En este sentido, nadie en el país se siente igual a los jerarcas del régimen. Esto gracias a una estrategia de factura comunista que presenta a la patria, como superior a las familias y a los venezolanos, y al máximo jerarca como un iluminado “digno” de ser reverenciado porque es una especie de “deidad”.

Si una deidad que no se equivoca, que siempre se cree  gracioso aunque nadie se ría de sus malos chistes; grandioso, aunque su trayectoria sea diminuta; vencedor de mil batallas, aunque nunca haya peleado victorioso en un reto de “pepa y palmo”.

En fin, cuando no se calzan las botas para dirigir un país, el desempeño nos muestra lo que se ha mostrado y demostrado en Venezuela: la ruina económica, la pérdida de los patrimonios familiares, el desmantelamiento de la industria nacional, la siriación del comercio y su degradación a nivel de tenderos; la destrucción de la infraestuctura petrolera, eléctrica y de agua potable, entre otras destrucciones.

Por eso la campaña no muestra logros. Difunde amenazas, malos presagios, represiones, persecusiones y encarcelamientos. Todo un combo de violencia de Estado.

Lo que nos lleva a pensar que tampoco entienden lo que pasa en esta campaña electoral. Por que el que está ganado, no hace trampa.

¿Ellos están ganando?. ¿Lo creen?. No lo creemos. Porque si lo supieran, no estarían actuando como lo están haciendo desde antes de arrancar la campaña electoral. Se saben perdidos.

¿Y el tic tac del título de esta nota? Bueno, es que el tiempo se les está acabando!

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@ermartinezd

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