Por Eduardo Martínez
Si se nos pidiera una proyección de, a cuánto va a ser la tasa del cambio de dólares a bolívares a finales del del año 2025, deberíamos aplicar la metodología “techo”. una metodología que aplican los economistas cuando desconocen cómo explicar las crisis y perturbaciones económicas.
Eso no es otra cosa que alzar los ojos para mirar el techo y empezar a cavilar o inventar hasta dónde nos puede llegar la imaginación.
El 2 de enero del 2024, la tasa de cambio BCV del dólar cerraba en 35,8670 bolívares por dólar. Para el 17 de diciembre del 2024, la tasa se había elevado a 52,3710 bolívares por dólar.
Para el día 3 de enero -el día de ayer- la tasa cerró en 110,5569 bolívares el dólar, poco mas del doble del pasado mes de diciembre (Duplicándose en 6 meses).
En el último mes, del 3 de junio al 3 de julio, la tasa de cambio dólar-bolívares se ha incrementado en un 13,61%.
Si calculamos los incrementos mes a mes, encontraríamos que la tasa de cambio se viene acelerando. El dólar vale cada vez más, y los incrementos son cada vez más grandes.
En este contexto histórico de la tasa de cambio, se hace difícil estimar el valor a futuro. Solo es posible señalar con “precisión” que el dólar cada mes va a tener una tasa de cambio mayor, y cada más mayor que el mes anterior.
La explicación anterior, en 5 pequeños párrafos, nos puede parecer un juego de palabras y números para algunos inentendible, para otros incalculables y seguramente habrá quienes afirmen que es una “mamadera de gallo”.
Sin embargo, la realidad de Venezuela, cada vez más dependiente de un solo producto -el petróleo-, con restricciones para su exportación, y con parámetros económicos críticos, no se ve a futuro que esa devaluación diaria, progresiva y creciente, logre revertirse.
En todo caso, y utilizándose la metodología techo, “tal vez” la mejor frase posible que describa el proceso de devaluación, sea la expresión del personaje de ficción Buzz Lightyear: “Hasta el infinito y más allá”.
@ermartinezd