El derecho frente al deber

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Por Eduardo Martínez

A raíz de nuestra nota del miércoles 26-1-2022, titulada De la teoria, los índices y el sentido común, recibimos numerosos comentarios. Entre ellos dos, que llamaron nuestra atención. Las vamos a transcribir, para que nuestros lectores conozcan dos opiniones distintas sobre lo que escribimos:

En uno, se decía que “ Bueno …… últimamente con el acceso a Internet, las comunicaciones y los celulares inteligentes ….  ¿será que debemos escuchar lo que dice y leer lo que escribe …. la gran masa asalariada …. que es la gran mayoría!!!!  Tal vez habrá que releer a Aristóteles cuando habló de democracia y de que el poder político no podía estar en manos de los ignorantes”.

En otro comentario, se señala “Tampoco se necesita ser médico, para saber que nos duele la cabeza o la barriga; no se necesita estudiar leyes para saber que robar o asesinar es un delito, tampoco es necesario ser músico para aprecias una buena melodía. En ninguno de los casos anteriores el sentido común es necesario. Dicho lo anterior, sí, el sentido común  siempre es muy útil en cualquier actividad del pensamiento o acción humana, incluso la economía,  la medicina, el derecho y la política.

Una cosa es el sentido común, y otra meterse las manos en el bolsillo y saber que están vacíos, eso no es Economía,  es para decirlo coloquialmente, «pelazón». Dos cosas muy distintas. 

No confundamos conceptos, para derivar conclusiones inciertas”.

El derecho a opinar

Los ciudadanos tienen derecho a opinar sobre lo que acontece en su entorno. No pueden estar limitados sobre el que, el como o el cuando decir lo que piensan, oyen, sienten, ven o aspiran.

No es asunto de tecnología, porque ahora existan las redes sociales. Esa es la manera de dar a conocer su opinión en estos tiempos. Como antes lo era decirlo a viva voz, en grafitis o con un marcador en las paredes de los baños públicos.

Limitar  ese derecho, por cuanto no han recibido, leído o estudiado teorías, metodologías o técnicas formal o informalmente, es una violación al derecho humano.

El deber de los expertos

A la vez, frente a ese derecho, está un deber. Quienes han tenido la fortuna de haber obtenido un conocimiento, la experticia, de un área de conocimiento humano, tienen el deber de instruir a aquellos que no han tenido tanta suerte -por la razón que sea.

En la sociedad, siempre es reducido el número de expertos o “doctores”. Frente a ellos, hay una gran mayoría ávida de conocer y saber, no solo de los acontecimientos, sino de las leyes, de las teorías, y de los descubrimientos de todas las áreas del conocimiento humano.

Los medios de comunicación permiten que eso sea posible. La revolución digital ha permitido que llegara en cada momento a un universo de personas, en cantidates nunca antes vistas. Es así como el derecho de la gran mayoría debe encontrarse ante el deber de quienes formalmente han adquirido el conocimiento.

editor@eastwebside.com

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