Por Eduardo Martínez
Hay expertos que advierten, que para hablar o escribir de economía, hay que haber estudiado a los grandes teóricos: Smith, Riccardo, Keynes, Fridman, etc.
También nos encotramos con analistas que señalan que es necesario tener conocimiento de los principales índices macro y micro económicos, antes de aproximarse a las descripciones del momento económico, y mucho más, cuando se trata de señalar cuáles deberían ser las medidas a tomar para corregir desviaciones e imperfecciones de la economía.
Con estas advertencias, quedarían fuera de la discusión los principales afectados por las crisis económicas: la gran masa asalariada, que en cualquier sociedad, son la gran mayoría.
Obviamente no comparto esas apreciaciones. Por cuanto, para detectar si la economía va mal ó cuanto va mal, basta con meterse la mano en bolsillo y luego oir los ruidos que salen de la barriga.
Esa medición, que existe desde tiempos anteriores a la formulación de la teoría económica, no falla en su precisión. Es una prueba “ácida” del desenvolvimiento económico de una sociedad. Y luego de esa detección pragmática de la realidad, queda el trabajo que deben realizar aquellos que estudiaron las grandes teorías, para arreglar las crisis y corregir los entuertos.
No debemos olvidar la existencia del “sentido común”.
editor@eastwebside.com