Luis Bravo Jáuregui, de la Escuela de Educación de la UCV, culminó una interesante investigación: “Once años de escolaridad y alfabetización en Venezuela 1999-2009” en la cual “se busca contribuir a definir el estado de la cuestión educativa venezolana”.
El profesor Bravo, siguiendo una rigurosa metodología, examina con atención “la dinámica matricular del sistema escolar a lo largo de once años según consta en las Memorias y Cuenta de los Ministerios de Educación Básica y Universitaria”. De esta manera hace un balance del estado de la cuestión educativa al año 2009 con el fin de que sirva de marcador para saber si en materia de inscripción en el sistema escolar estamos “estancados, avanzamos o retrocedemos”.
El profesor Bravo Jáuregui, que labora en la “Línea de Investigación Memoria Educativa Venezolana” del Centro de Investigaciones Educativas-CIE, plasma en cuadros estadísticos muy básicos los indicadores de crecimiento, estancamiento y contracción de la escolaridad, basándose estrictamente en la información que se reproduce en los resúmenes de la sección de estadísticas de las Memorias y Cuenta.
Sin embargo, el Luis Bravo alerta, que en el caso del MPPU, “se mantiene la tradición de no informar sobre la matrícula consolidada para el año en cuestión, como es el caso para el año 2009, salvando el renglón de becas que es la única información ajustada al año al cual hace referencia el Ministro en su Memoria y Cuenta”.
El trabajo en cuestión, que puede ser bajado de nuestra página en dos partes, nos presenta conclusiones bien preocupantes. Se señala que de “los datos organizados y analizados brevemente puede decirse sin lugar a dudas que la atención educativa ha crecido en estos 11 años de gobierno, pero no de la manera en que podría pensarse una vez sancionada la constitución, principalmente el artículo 103”.
Se encuentra que “ha funcionado mejor, en términos de expansión cuantitativa, el circuito de escolaridad no estrictamente obligatorio que el que pauta fuertemente la Constitución”.
“Podemos estar ante una evidente señal de que tenemos un Estado que resuelve otros problemas educativos, distintos a los más necesitados por las mayorías pobres de la nación, si lo que vimos en los cuadros y gráficos no traiciona el entendimiento de quien coloca en el centro de su atención los requerimientos de la educación popular”, escribe Luis Bravo Jáuregui.
Con preocupación se percibe que “el sistema escolar está en recesión, más el subsistema básico que el universitario. Más la iniciativa oficial que la privada. Pero donde la depresión educativa se refleja con toda su aterradora esplendidez es el primer grado de básica (primaria), el ombligo mismo de la educación popular. El espacio educativo donde la intención de inclusión social debería manifestarse con mayor fuerza, si se quisiera pasar del discurso bienintencionado a los hechos palpables.”
Los dos párrafos referidos al primer grado son terribles. Lo transcribimos completamente:
“Si los hijos de los sectores sociales más vulnerables no acceden al primer grado de básica, difícilmente lo que se dice en el espacio mediático oficial tiene relación con lo que pasa en la realidad de las escuelas. Si no crece la escuela más básica, independientemente de los deseos y los anuncios, mientras la población crece, se contrae el acceso de la pobreza a la escuela. Porque quien tiene y puede accede a la iniciativa privada, que sí esta creciendo. Es la iniciativa oficial la que no está creciendo o en el caso del primer grado, decreciendo sostenidamente. Informa la Memoria y Cuenta del MPPE que en el año 2009 bajó de la barrera de los 600.000 inscritos, como nunca había ocurrido.
Ello sin contar con el incremento de la precariedad escolar que nos ha llevado en repetidas ocasiones a señalar que lo que se está haciendo pedagógicamente por los pobres no es otra cosa que una pobre educación de pobres para pobres, como en alguna ocasión lo sancionó dramáticamente Ramón Piñango”.
Basta con ver la graficación del número de niños inscritos en el primer grado (Gráfico 1).
Cierran la conclusiones de la investigación, reproduciendo un gráfico tomado de la página 130 del discurso del Presidente de la República a la nación del año 2009, donde se muestra con claridad, sin intervención del investigador, “que desde el 2003 el país no ha podido construir un servicio público de educación escolar que satisfaga las expectativas que levantó la Constitución de 1999 con esa parte inmensa de la población que necesita de oportunidades reales de promoción social”. (Gráfico 2). Aunque advierte el profesor Luis Bravo Jáuregui, que “Si hubiésemos intervenido el grafico transcrito que acompaña el discurso presidencial, utilizando el número de inscritos en el subsistema básico de escolaridad, la curva representada en el grafico sería más baja, pues en el año 2009 todavía disminuye más el número de inscritos”.
Fuente: Cies UCV, Redacción