Por Eduardo Martínez
La elección Javier Milei abre una nueva etapa en los países de América Latina. De momento es solo un episodio electoral en el cual se produce un cambio de gobierno. En este caso, de una manera de hacer las cosas a lo que pareciera ser otra manera.
Todos los países de la región viene confrontando los mismos problemas: autoritarismo, inflación, desempleo, criminalidad, corrupción, improductividad, devaluación, desestabilización, emigración, maternidad en adolescentes, violación de derechos humanos, desindustrialización, desinversión, fuga de capitales, falta de oportunidades, desigualdad social, etc.
Problemas que originan otros problemas y que por lo tanto unos son una consecuencia de otros de esos problemas. A veces en el análisis, es difícil determinar cuál problema generó al otro. Son causa y efecto a la vez.
Una visión macro nos permite establecer tres aspectos de evaluar de nuestras crisis: lo político, lo económico y lo social. Cuando las tres crisis se juntan, se produce la inestabilidad política. Creándose vacíos de poder que son simultáneamente ocupados por el crimen organizado.
Recurrentemente, los países de la región han entrado en un círculo de crisis de las cuales no han podido salir. Cuando una regularización política ha llevado a una mejora económica, factores externos e internos vuelven a desbalancear las variables, y se vuelven a iniciar ciclos que se creían superados.
Esa es la historia que nos ha consumido la vida en las últimas décadas. No salimos del subdesarrollo.
Los latinoamericanos quieren cambios. El péndulo electoral ha llevado a los países ha balancearse entre gobiernos de izquierda y derecha. Este pasado domingo, le tocó a la Argentina. Antes le tocó a El Salvador, Colombia, Brasil y Chile.
Los políticos, de formación política, creen que la solución es política. Cuando son de izquierda, han apuntado a un cambio de constitución, que pareciera esconder una tendencia al autoritarismo. Los de derecha extrema, también apuntan a un autoritarismo.
Por su parte los políticos de formación económica, creen que la solución es económica. Enfatizan en lo que dicen las teorías aprendidas en sus estudios, y que casi siempre obedecen a otras realidades, con tradiciones y trayectorias distintas a las nuestras, y que muchas de esa teorías -como apuntó el Nobel Friedrich Von Hayen- correspondían a soluciones a problemas de economía de países muy avanzados, con respecto a los del “tercer mundo”; es decir, a los nuestros.
Argentina 2023
Hoy le toca a la Argentina un cambio de ciclo. Milei se ha declarado “Libertario”. Un término que pomposamente parece decir mucho, pero que también pudiera estar vacío de lo que caracteriza la libertad.
Si la crisis argentina, de por si es un desastre, la experimentación de nuevas política extremas, puede tener efectos terribles sobre la población. Es la gente, individual de carne y queso, quien sufre siempre las consecuencias. No tardan en reaccionar.
En Venezuela tuvimos esa experiencia a finales de los años ochenta. Se liberaron los controles sobre el desenvolvimiento económico, y en pocos días las redes de distribución de bienes se volvieron cenizas.
La experiencia del Caracazo (1989) quedó escrita en los libros de historias. Es un suceso recurrente en los libros y análisis para explicar como fue que, la política que siguió, nos ha llevado a la situación en la que estamos.
Si de algo sirve nuestro desastre criollo, es para entender que una afectación total de la economía, sin gradualidad, puede producir consecuencias sociales que desatan mayor desigualdad social y una desestabilización política. Y en muy poco tiempo.
Algo que al principio la gente no detecta, por la afectación diaria en los bolsillos, pero que luego desata la gran crisis y la razonable búsqueda de una solución: la solución contenida en una sola botella tipo panacea -curalotodo- como propuesta.
Esto nos ha llevado a buscar mesías, que terminan siendo más Mefistófeles que salvadores.
Nuestros pueblos no entienden que no hay una única solución, y que además, no va funcionar al día siguiente.
Milei está bajo la lupa.
@ermartinezd