Por Eduardo Martínez
Los datos publicados estas semana, por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), nos perfila la economía de Venezuela cada vez más pequeña desde que Nicolás Maduro asumió la presidencia en el 2013. En efecto, tenemos una economía en enero del 2023 que es la cuarta parte de lo que era cuando Maduro llegó a Miraflores.
En ese año, podemos definir el comportamiento como errático y de resultados empujados por la inercia que venía desde los altos precios del petróleo. La agonía de Chávez, el derroche de fondos públicos para la última campaña presidencial y la paralización con el duelo prologando, lograron que la economía entrara en un terreno de decrecimiento.
No había una política económica clara y que apuntara a una recuperación. Solo había en el 2013, anuncios que señalaban que se harían anuncios. Mientras, las autoridades montaban mesas de trabajo con el sector empresarial, que no llevaban a nada. Los interlocutores gubernamentales se comprometían en lo que no cumplirían.
Por eso no es de extrañar que para el segundo trimestre del 2014, comenzaría una caída en la economía venezolana que se prologaría por 26 meses, hasta el segundo trimestre del 2021.
A partir de ese momento, la economía empezó a crecer de un salto del +2,8%, al 22,5% en el tercer trimestre del 2021. Trimestre a partir de cual, Venezuela ha tenido valores positivos de crecimiento, pero cada trimestre en porcentajes cada vez menores: +19,8% +18,6 +15,8% +11,5% y 9,1% para el cuarto trimestre del 2022.
La tendencia es que en cada trimestre cae la actividad económica con respecto al trimestre anterior. Y la cifras que aportan las estadísticas marcan una pronunciada tendencia de decrecimiento que, en algún momento, nos llevará de nuevo a terrenos negativos.
Esa tendencia se puede revertir, pero requiere de la aplicación de nuevas y audaces políticas económicas que hasta ahora, Nicolás Maduro y su equipo de gobierno, ha sido incapaz de concebir y aplicar.
Cuando revisamos esa serie positiva pero decreciente, encontramos que la economía venezolana fue menos de la cuarta parte (23%) del tamaño que tuvo en 2013. Eso significa que en los actuales momentos es un 73% (casi las tres cuartas partes) más pequeña de lo que era en el 2013.
Estas cifras nos demuestran que no estamos en el camino estable de recuperación económica, a pesar de la campaña propagandística del régimen.
* Con datos aportados por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).