Por Eduardo Martínez
La verdad sea dicha, ya no sorprenden las decisiones que toma el Tribunal Supremo de Justicia, en cualquiera de sus Salas. Siempre se ve la larga mano del Ejecutivo detrás de cada una de esas causas, recursos, amparos y trámites. Por ello en las redes sociales, connotados abogados han señalado que esas acciones que entran por secretaria, parecieran venir acompañadas simultáneamente del escrito con la sentencia.
En esta ocasión, la sentencia No. 122 revela lo que se esconde tras bastidores. Para empezar, el modus operandi es siempre el mismo. Nada nuevo.
Alguien, no importa quien, se da por afectado y se presenta ante el TSJ con una solicitud de amparo. La idea, en todos los casos, es paralizar y anular, las decisiones que un ciudadano, partido o grupo de ciudadanos, haya tomado en uso de sus derechos constitucionales. De ahí en adelante, una aplanadora judicial procederá en tiempos inmediatos a contener la voluntad ciudadana.
Más valen los presuntos derechos de un actor pro gubernamental adhoc, que la voluntad de 2 millones 400 mil ciudadanos. Tal ha sido el caso de la Primaria del 22 de octubre.
Por otra parte, la Sala se ha pronunciado sobre la presunta inhabilitación de María Corina Machado. Lo que por supuesto no tiene nada que ver con los derechos del accionante adhoc. Unos derechos tan pero tan difusos, que el personaje desaparece en los papeles que le dieron para que lo presentara.
Cuando el miedo es libre
La estratagema contra la Primaria y María Corina Machado, ha terminado siendo de lo más barato. Lo que nos obliga a desenmarañar lo que está detrás: el temor paralizante que ha invadido al régimen ante el exitoso suceso de la Primaria opositora y el triunfo avasallante de la candidata.
No teniendo posibilidades de un triunfo electoral, ni que las triquiñuelas del CNE brinden fruto por la gran diferencia proyectada de votos, el régimen ha recurrido a otras instituciones del Estado -en esta ocasión a las judiciales- para sacar del juego a la oposición. Ni más ni menos.
Las consecuencias
Solo que en esta ocasión cometió algunos errores. Entre ellos, haber firmado un acuerdo en Barbados con presencia de los Estados Unidos, dónde el gobierno de Maduro se comprometió a respetar a los candidatos de la oposición, y además, a no inhabilitarlos. Lo que a esta altura es más que obvio que no está respetando.
Los EEUU, al firmarse el acuerdo en la isla caribeña, procedió en cuestión de horas a levantar parcial y temporal algunas de las sanciones. En cambio, el régimen venezolano en cuestión de minutos, empezó a dar señales de no cumplir su parte.
Ha sido lo usual en todos estos años que el régimen venezolano no respete lo que acuerda y firme, y que tampoco se rija por los dictados de las leyes internacionales. Lo que los Estados Unidos no está dispuesto a tolerar, como lo ha dado a conocer en un comunicado apenas se conoció la Sentencia 122.
Por lo visto, el régimen venezolano pela el pedal, cuando se olvida que si bien el petróleo es venezolano, la llave que abre el chorro a ese petróleo en estos momentos se abre o se cierra en Washington.
Opiniones a tomar en cuenta
El ex magistrado Perkins Rocha, emitió en su cuenta de Twitter una mordaz opinión que pone en su lugar a la Sala Electoral: “La Sala Electoral ordena “cautelarmente”, suspender la demolición de una casa que ya no existe. En Dcho Procesal eso se llama, sentencia de cumplimiento imposible por desaparición del objeto sobre el que pretendía recaer… pobres…” https://twitter.com/PerkinsRocha/status/1719017695327240473
Por su parte Francisco Monaldi, también en la red Twitter, escribió que “El TSJ suspende la ley de gravedad luego que un piano les cae encima.” https://twitter.com/fmonaldi/status/1719013292956328187
Por supuesto, que las redes sociales recogieron ayer cientos de opiniones. No todas a favor por cierto. Pero en todo caso el rechazo es probablemente tan masivo como la votación alcanzada por la candidata presidencial María Corina Machado.
@ermartinezd
El caso de las primarias y como fue manejado, deja ver claro, como sería un gobierno en manos de estos ‘»demócratas»… Decir que las primarias es un acto privado, es como decir que un hombre puede participar en el certamen Mis Universo, por que es un «acto privado», el mundo se burlaría de tan irracional expresión.
Esta Sra. Maricori, si es que ganó algo, no ha sido la presidencia de la República, le ha ganado, a sus propios compañeros de parranda. Hasta aquí, la consideran ‘triunfadora», puede ser pero, el problema, es que según la ley electoral, ninguna persona puede ser candidata o candidato, si se encuentra inhabilitada. Por todas las violaciones, el CNE y TSJ, ha decidido dejar sin efecto las turbadoras «primarias»…