Por Dante Rivas
Hoy más que nunca estoy convencido de que la forma más revolucionaria de acabar con la corrupción es simplificar al máximo los trámites. Y aunque esta tarea ciertamente requiere de muchos esfuerzos, siempre nos motiva e impulsa el reto que dibujó Nelson Mandela cuando dijo que “todo parece imposible hasta que se hace”.
En la calle todavía nos reconocen quienes padecieron trabas y colas inhumanas en varios organismos donde combatimos esos males eliminando ilógicas alcabalas, que engendraban una fuerte corrupción, como la realización de un solo trámite por día y otros disparates por el estilo. Agradezco a los trabajadores que lucharon y alcanzaron esos logros maravillosos que son una muestra de que es posible.
Debemos atender y resolver las realidades que parecieran insuperables. El burocratismo es una realidad que empezamos a extirpar con determinación, pero quedó como una tarea pendiente. Por ello, todas las instituciones deben utilizar al máximo las herramientas y medios tecnológicos y automatizar los controles para emitir actos, resultados o notificaciones para brindar a los usuarios mayor seguridad, transparencia y celeridad, antes, durante y después de hacer sus diligencias. Practiquen algo sagrado: el usuario siempre tiene la razón.
Ojalá pronto se ponga en práctica la Plataforma Única para la Simplificación de Trámites Administrativos que debía estar lista este 2017. Es un proceso de alta complejidad que nos pondrá en una auténtica vanguardia continental. Garantizará la interoperabilidad entre los entes del Estado. Estaremos desinfectando la administración pública.
Venezuela genera en mí, siempre, sensación de desarrollo y avance. No perdamos la esperanza de ver un resurgir en paz, con democracia y el compromiso de todos. Necesitamos para eso más diálogo, cumplimiento de los acuerdos y paciencia para esperar los tiempos de cada proceso. Y cada uno, desde el lugar que ocupe en la sociedad, brindarse para que podamos vivir mejor. Un abrazo y siempre cuenten conmigo.
