Por Eduardo Martínez
En la oposición venezolana, y desde hace meses, hay una confrontación pública sobre el tema de concurrir a los comicios del 25 de mayo.
Por una parte María Corina Machado, quien lidera la oposición radical al gobierno, llamó a no votar, y también a los partidos para no presentar candidatos.
Por otra parte, los partidos de oposición que hacen vida en la Asamblea Nacional insisten en presentar candidatos y llamar a sus militantes a votar.
Entre estos dos grupos, no han aparecido opositores intermedios. O se irá a votar, o no se irá a votar.
En todo caso, las encuestas conocidas proyectan una “abstención descomunal”, y adelantan que el 83,7% de los encuestados contestaron “que no irán a votar” el 25 de mayo.
De parte y parte, se argumentan las razones que los llevan a asumir estas dos encontradas posiciones: votar o no votar.
La dirigencia que ya inscribieron candidatos (esta semana), y llaman al electorado a ir a votar, alegan que la solución de la gran crisis nacional debe ser pacífica, electoral y cívica, y que ese es el camino.
Por el contrario, la dirigencia radical -con María Corina a la cabeza- señalan que no se puede pasar la página de los resultados del pasado 28 de julio, y que no hay ninguna confianza en el actual sistema electoral manejado por CNE y sus rectores (las encuestas señalan que el 87,73% de los venezolanos desconfían de la “honestidad, imparcialidad y profesionalidad del CNE”).
Esas son dos las dos posiciones que dividen a la oposición. Y en nuestro análisis dejamos de lado las acusaciones y calificativos que ambas partes esgrimen.
¿Cuál es el pecado?
Como estamos en la Semana Santa, vamos a referirmos a cuál pudiera ser el principal pecado de la oposición “toda”.
Ese pecado es: el no haberse sentado a conversar y negociar sobre esta circunstancia que afecta al 100% de los venezolanos, y presentarse con una posición política única frente al gobierno.
Este pecado, une a ambos grupos. Porque son capaces de negociar con el adversario o enemigo, y han sido incapaces de negociar con otros que también son opositores.
Y el gobierno, es el único grupo político que se encuentra en medio de los dos bandos opositores, colocando al pecado una “s”. Lo que les permite pescar en un río revuelto.
Feliz Pascua Florida!
@ermartinezd