Consultado el Diccionario de Filosofía Abreviado de José Ferrater Mora, 1979, nos encontramos con que según Aristóteles las acepciones más comunes del termino Oposición son las siguientes: 1. Oposición de lo relativo. Ejemplo: Del doble a la mitad. Padre e hijo. 2. Oposición de lo contrario. Ejemplo: Del mal al bien. Virtud y vicio. 3. Oposición de la privación a la posesión. Ejemplo: De la ceguera a la vista. Visión y ceguera. 4. Oposición de lo contradictorio. Ejemplo: De justo a no justo. La Oposición expresaría, entonces, lo contrario de una idea o de una cosa respecto a otra cosa, en términos generales.
En metafísica, flexiblemente, se entiende por Oposición el modo de relación entre realidades contrarias. Heráclito y Platón parece que así lo insinuaron. Para Nicolás de Cusa y Hegel hay que descubrir una coincidencia en los opuestos.
En síntesis, la Oposición supone el encuentro de los contrarios y, según Hegel, la superación de la lógica de la entidad.
De las 9 acepciones encontradas en el Diccionario de la lengua española, 19 ediciones, 1970, espasa-calpe sa, Pág. 945, nos llamo la atención la Nº 6, “Minoría que en los cuerpos legislativos impugna habitualmente los actos y las doctrinas del gobierno”.
Pero, en estos momentos, cuanto nos ocupa es la Oposición Política Venezolana al Gobierno de turno, desde 1999. Su existencia. Su relación con el Gobierno. Su papel y/o rol. Su legitimidad y autenticidad. Su composición. Sus planteamientos. Su organización. Sus actividades. Sus aciertos y errores. Su comportamiento democrático. Sus fuentes de financiamiento. Sus relaciones internas y externas, en especial con el pueblo, con los ciudadanos. Sus dirigentes. Su efectividad. Sus posibilidades de lograr un pronto proceso electoral que nos permita cambiar el gobierno pacifica y democráticamente, mediante elecciones. Su preparación para asumir el acogerse al artículo 350 de la Constitución, de ser necesario. Su capacidad para evitar las conductas electoralistas en su seno. Su visión para encarnar el descontento social creciente. Su fortaleza para no ser sobrepasada, junto con los partidos políticos, por este conflicto multicasual que tiende a agudizarse cada día más. Su renovación. Y, otras.
Su existencia: Lograr la Oposición el reconocimiento de este Gobierno por la intervención de la Comunidad Internacional, es a mi manera de entender, un extraordinario éxito. Opaca cualquier error o falla atribuida hasta el presente, por la cuantía que sea.
Ese reconocimiento del Gobierno a esta Oposición de existir, de poder ser, de instalar esa Mesa de Negociación y Acuerdos y la conformación del Grupo de Amigos, es un reconocimiento también para la democracia, para la pluralidad política, valores intrínsecos a la sociedad venezolana y deja en evidencia la acción fascista del Gobierno hacia el monopolio del poder.
Exhibir ante el Mundo que la Oposición Política Venezolana es democrática (en las calles de los pueblos del mundo, el paro cívico y el firmazo) y que quiere, busca y desea un cambio de Gobierno por la vía electoral, coloca a la luz, también, la finalidad comunista y terrorista del Gobierno de turno. Las evidencias públicas están a la vista en los medios de comunicación de todo el planeta.
Ante la persistente amenaza del Gobierno, como en el mitin de Paraguaná, de negar una vez más las elecciones; entonces, es lógico, sano y prudente, construir y tener a mano una vía contestataria y legal.
Conviene recordar que la existencia de la Oposición Política es milenaria y, más recientemente, se le une a fundamentos ideológicos sobre la idea del poder limitado y del equilibrio de poderes, propios de un Estado Democrático Liberal.
Oportuno es un llamado a los partidos políticos que integran la Coordinadora Democrática y que han perdido contacto real con los ciudadanos y todavía no son capaces de asumir los planteamientos que les hace, incluso, su militancia. Esa conducta contribuye a la atomización de la oposición porque genera múltiples tipos de organizaciones.
La Oposición Venezolana debe trasmitir al pueblo una visión de futuro estable, compacto, hasta el punto de que cada ciudadano sienta esa confianza, esa garantía, de que al producirse el cambio de gobierno, quien quede de ella, hará una gestión coherente.