- Desde los orígenes del hombre –dice Pérez Cruz (1998 p. 20) –, la transmisión de losconocimientos ha sido a través de la enseñanza y esto se traduce en una convivencia prolongada con otros hombres. Las actividades de caza y recolección, entre otras, se hacían con la colaboración comunitaria y, en consecuencia, el reparto era Esta forma de organización era muy elemental; antes de que el hombre integrara una sociedad existieron una serie de pequeños grupos con objetivos precisos y con una trayectoria de muchos años. Así surgió, como ya se ha dicho, la familia.
- Pero lafamilia por sí sola no puede aportar todos los bienes materiales que el hombre necesita para su sustento y protección, ni es capaz de conducir a todos sus miembros a la perfección de la virtud (Fortín, 1996 p. 249). De tal manera, el hombre se vio en la necesidad de aliarse con otras familias para lograr objetivos comunes de acuerdo con las capacidades propias de cada grupo.
- DiceRousseau (1996 p. 9) que, como los hombres no pueden engendrar nuevas fuerzas, sino solamente unir y dirigir las que existen, no tienen otro medio de conservación que el de formar por agregación una suma de fuerzas capaz de sobrepujar la resistencia, de ponerlas en juego con un solo fin y de hacerlas obrar unidas y de conformidad.
- Así, la asociación auténticamente autosuficiente, única capaz de asegurar las condiciones de la virtud y de satisfacer todas las necesidades y aspiraciones terrenales del hombre es laciudad (Fortín, 1996 p. 249).
- Como sociedad perfecta, la ciudad abarca todas las otras asociaciones que los seres humanos son capaces de formar incluyendo la familia, cuyo fin está subordinado al suyo propio, que es el bienhumano completo (Fortín, 1996 p. 249) o bien común.
- Pero esa sociedad está compuesta por partes diferentes que en lo individual puedentener ideas o deseos que no coincidan entre sí, por lo que es esencial que tenga una autoridad cuya tarea consista en velar por el bien del conjunto de grupos e individuos y mantener su orden y La autoridad política es, por tanto, el elemento clave para lograr tales objetivos.
- Así, se tiene que la autoridad política constituye elgobierno de hombres libres sobre hombres libres y que tiene por objeto el bien de todos los ciudadanos que, como hombres libres, existen para sí mismos. Por tanto, el bien común y el fin de la autoridad política son la paz y la armonía de las diferentes partes que se combinan para integrar la ciudad –entendida ésta como «sociedad»– (Fortín, 1996 p. 250). ¿Y, que paso aquí, entonces, en estos últimos 15 años? ¿Regresamos, por la vía rápida, a las cavernas?