Las metas son consecuencia de lo que eres y quieres ser

Mariela prepara la conferencia que dictará en el centro para madres adolescentes que visita una vez a la semana. Como es habitual, la selección del tema es el resultado de un consenso entre los miembros que trabajan en el lugar y quienes brindan apoyo de manera regular. Han coincidido en la necesidad de hacer énfasis en las metas que puede tener una persona en las distintas áreas de su vida y la conveniencia de establecer que es lo más significativo en el momento de trazarse un objetivo.

Cada uno de nosotros está conformado por aspectos, todos importantes, que se complementan entre sí. Hay un componente personal, familiar, profesional, financiero, emocional  y social que ejerce un peso particular a la hora de tomar una decisión. En cada una de estas partes hay sueños, anhelos y deseos que despiertan nuestra pasión y nos llevan a esforzarnos para hacerlos realidad. El asunto es determinar por dónde empezar.

Antes de definir nuestras metas hay que responder a una serie de preguntas relacionadas con quienes somos y en lo que queremos convertirnos en el futuro cercano y en el mediano y largo plazo. Debemos ser capaces de contestar interrogantes como estas: ¿Estás preparado para el futuro? ¿Cómo te ves en 10 años? ¿Y en 20 años? ¿Qué estarás haciendo? ¿Qué estilo de vida quieres tener? ¿Dónde quieres estar? ¿Qué estás dispuesto a hacer para alcanzar tus sueños?

En la medida en que visualices quien eres y que quieres ser, te darás cuenta de que es lo más relevante en tu vida y podrás priorizar los propósitos trascendentales para ti. Tal vez lo más conveniente sea a estudiar antes de crear tu propio negocio. Probablemente es hora de aceptar que tus condiciones físicas son insuficientes para convertirte en un tenista de alto desempeño y es hora de buscar una alternativa profesional como convertirte en entrenador deportivo.

Una vez que has hecho una lista de tus metas, en función de tu plan de vida, estás listo para decidir por donde comenzar. Una joven profesional de la danza que quiere destacarse seguramente pospondrá su sueño de ser madre para competir por una mejor posición en la compañía de ballet que recién la contrató. Un empresario exitoso y padre de dos adolescentes evaluará la conveniencia de empezar un negocio en el exterior, en este momento, o mantenerse cerca de sus hijos.

Puntualizar qué es lo que nos importa y nos mueve puede ser un proceso complicado y,  algunas veces, doloroso. Lo cierto es que una vez tienes una idea clara de lo que quieres hacer, es más fácil mantener el foco en tus objetivos y las probabilidades de hacer realidad tus sueños serán mayores. Para una joven madre la meta trascendental puede ser aprender un oficio para sacar adelante a su hijo y para otra puede ser superar una adicción que ha puesto en riesgo su embarazo a su bebé.

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