Por Vladimir Kavan *
Hace 60 años, en 1962, los rusos empujaron al mundo hacia el precipicio de una guerra nuclear, y estuvo a punto de estallar como nunca antes había ocurrido, y habría acabado con la vida humana en el planeta Tierra.
En 1962, el jefe del Kremlin era Nikita Kruchev, de la antigua Unión Soviética, un personaje controvertido por su carácter efusivo y agresivo, que se le recuerda por quitarse un zapato en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1960, y comenzó a golpearlo furioso contra su pupitre en señal de protesta.
En aquel entonces, a los rusos se les ocurrió establecer bases de lanzamientos de cohetes con ojivas nucleares en la isla de Cuba.
Ellos tenían una percepción equivocada del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, John F. Kennedy. Los rusos lo consideraban un presidente débil e indeciso en temas geopolíticos, después de la debacle que ocurrió en abril de 1961, con la fracasada invasión en la Bahía de Cochinos en Cuba, por parte de un ejército de exiliados cubanos, entrenados por la CIA de USA. En los planes de esa invasión, USA debió dar apoyo aéreo a los invasores, pero en el último momento Kennedy se rajo, y por consiguiente la invasión fue un fracaso, y una victoria para Fidel Castro.
Los rusos, ante la decisión de Kennedy, entonces pensaron que era un presidente débil e indeciso, y por consiguiente creyeron que esta era una gran oportunidad para colocar varios cohetes con ojivas nucleares en Cuba, y usar estos para manipular a los paises del continente americano.
A comienzos de 1962 empezaron a enviar cohetes tácticos Frogs con ojivas nucleares, además de cohetes balísticos de mediano y largo alcance, y bombarderos para ser ensamblados en Cuba.

Para octubre de 1962 los cohetes tácticos Frogs estaban operacionales, y estos pudieron haberse usado en contra de una invasión de USA. Lo grave de esto fue que el uso de estos habría sido el detonante para comenzar una guerra nuclear a gran escala.
Adicionalmente fue grave que estas armas estuviesen en Cuba, porque podrían haber caído en manos de Fidel Castro, y se cree que él las usaría sin contemplaciones. Los rusos se dieron cuenta que corrieron con este grave riesgo después que las retiraron de Cuba.
Mientras tanto los rusos decían que ellos estaban ayudando a Cuba a mejorar sus defensas.
La inteligencia de USA seguía de cerca los acontecimientos en Cuba y en octubre de 1962, obtuvieron fotos de la construcción de las instalaciones para los cohetes nucleares de mediano y largo alcance.
El día 22 de octubre de 1962, el presidente Kennedy en cadena nacional se dirigió a sus conciudadanos y al mundo entero, día que será recordado como aquel en que el mundo se paralizo de terror.
Kennedy en su discurso expuso con bastantes detalles y pruebas que los rusos bajo el disfraz de ayuda para la defensa de Cuba, estaban instalando cohetes de carácter ofensivo de mediano y largo alcance con ojivas nucleares, que podrían amenazar a la mayoría de las capitales del Hemisferio Occidental, incluyendo todo el territorio norteamericano.
Esta acción creaba un desequilibrio en el statu quo nuclear a favor de los rusos, y los americanos no podían tolerarlo.
A continuación cito algunas partes importantes del discurso:
“El propósito de estas bases no puede ser otro que proporcionar una capacidad de ataque nuclear contra el Hemisferio Occidental.”
“Las características de estos nuevos sitios de misiles indican dos tipos distintos de instalaciones. Varios de ellos incluyen misiles balísticos de medio alcance capaces de transportar una ojiva nuclear a una distancia de más de 1.000 millas náuticas. Cada uno de estos misiles, en definitiva, es capaz de impactar en Washington, DC, el Canal de Panamá, Cabo Cañaveral, la Ciudad de México o cualquier otra ciudad del sureste de los Estados Unidos, en Centroamérica o en la zona del Caribe.”
“Los sitios adicionales que aún no se han completado parecen estar diseñados para misiles balísticos de alcance intermedio, capaces de viajar más del doble de distancia, y por lo tanto capaces de atacar la mayoría de las principales ciudades del hemisferio occidental, llegando tan al norte como la Bahía de Hudson, Canadá, y tan al sur como Lima, Perú. Además, aviones bombarderos, capaces de portar armas nucleares, están siendo desembalados y ensamblados en Cuba, mientras se preparan las bases aéreas necesarias.”
“Esta acción también contradice las repetidas garantías de los portavoces soviéticos, tanto en público como en privado, de que la acumulación de armas en Cuba mantendría su carácter defensivo original y que la Unión Soviética no tenía necesidad ni deseo de estacionar misiles estratégicos en el territorio de ninguna otra nación.”
“El gobierno soviético declaró públicamente el 11 de septiembre, y cito, «los armamentos y equipos militares enviados a Cuba están diseñados exclusivamente para fines defensivos», que, y cito al gobierno soviético, «no hay necesidad de que el gobierno soviético cambie sus armas… para un golpe de represalia a cualquier otro país, por ejemplo Cuba», y que, y cito a su gobierno, «la Unión Soviética tiene cohetes tan poderosos para llevar estas ojivas nucleares que no hay necesidad de buscarlos más allá de las fronteras de la Unión Soviética.”
“El jueves pasado, cuando ya tenía en mis manos pruebas de este rápido aumento de la ofensiva, el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Gromyko, me dijo en mi oficina que tenía instrucciones de dejar claro una vez más, como dijo que ya había hecho su gobierno, que la ayuda soviética a Cuba, y cito, «perseguía únicamente el propósito de contribuir a las capacidades de defensa de Cuba», que, y lo cito, «el entrenamiento por parte de especialistas soviéticos de nacionales cubanos en el manejo de armamentos defensivos de ninguna manera era ofensivo, y si no fuera así —prosiguió el señor Gromyko -el gobierno soviético nunca se involucraría en la prestación de tal ayuda. Esa declaración también era falsa.”
“Para detener esta acumulación ofensiva, se está iniciando una cuarentena estricta de todo el equipo militar ofensivo que se envíe a Cuba. Todos los barcos de cualquier tipo que se dirijan a Cuba desde cualquier nación o puerto, si se encuentra que contienen cargamentos de armas ofensivas, serán devueltos. Esta cuarentena se extenderá, de ser necesario, a otro tipo de carga y transportistas.”
Ese día, 22 de octubre de 1962, todas las fuerzas armadas estadounidense fueron colocadas en alerta máxima, incluyendo el arsenal nuclear. Se hicieron preparativos para bombardear y destruir todas las instalaciones misilisticas en Cuba, y le seguiría una invasión a la isla.
Grave fue que los estadounidenses en ese momento no sabían de la presencia operacional de los cohetes tácticos Frogs con ojivas nucleares. Esos cohetes se usarían contra una eventual invasión americana a la isla, y el gatillo nuclear se dispararía, con el fin del mundo como resultado.
El gatillo de una guerra nuclear estaba cargado y listo para dispararse en cualquier instante. El mundo se paralizo pues todo indicaba que un enfrentamiento nuclear entre rusos y americanos estallaría en cualquier momento. La situación se volvió más tensa cuando un avión espía americano, U-2, fue derribado sobre Cuba, y el piloto falleció, al final siendo el único militar que murió en este incidente.

Lo que hay destacar de este incidente, son tres cosas que observamos que los rusos repiten en el tiempo:
Primero, los rusos violaron todos los acuerdos internacionales que les vinieron en ganas.
Segundo, lo descarado que fueron para mentir.
Tercero, usaron su armamento nuclear para amenazar.
Si los líderes de Occidente hubiesen leído un poco de historia, tenían que haber aprendido sobre estos tres rasgos que siguen identificando a los rusos: ignorar acuerdos, mentir, y amenazar con su arsenal nuclear.
Tal es el caso sesenta años después, en el 2022, que repite al de 1962.
Primero, los rusos han violado cuanto acuerdo habían firmado acerca de la seguridad y soberanía de Ucrania.
Inventan una nueva definición de guerra titulada “operación militar especial” y con eso se lanzan a invadir a un pais vecino.
Segundo, mienten descaradamente con un cinismo tajante en su política exterior para justificar esta guerra.
Tercero, usan su arsenal nuclear para amenazar y chantajear a las democracias.
Otra vez estamos al borde de que estalle una guerra nuclear como ocurrió en 1962.
* Corresponsal en Europa Oriental