Según el Banco Central, en abril de 2013 la tasa de inflación anual alcanzó a 29,5%, superior al 20,0% de 2012. Si es grave el alza de los precios, lo es todavía más el aumento de precio de los alimentos, que trepó hasta 37,0% según cifras oficiales. Con un aumento salarial de apenas 20% en la primera tanda, ya la inflación se llevó más de 21% de ese aumento salarial sin que los trabajadores hayan cobrado dicho aumento, que hoy luce pírrico.
Inflación alta es sinónimo de inestabilidad política. Conviene precisar que la inflación es un impuesto que pagan principalmente los pobres. La inflación beneficia al Gobierno y perjudica al pueblo. En el caso de Venezuela, quienes más sufren la inflación son los estratos más humildes, toda vez que quienes ganan hasta dos salarios mínimos gastan al menos 50% de su ingreso en la compra de alimentos, los bienes que más suben de precio.
Vale recordar que el Gobierno se trazó una meta de inflación para 2013 en un rango entre 14% y 16%; por lo que se ha visto, la inflación va a ser muy superior a ese monto.
Conjuntamente con la inflación, la escasez se ha incrementado. Los datos del BCV dan cuenta de que el desabastecimiento llegó a 21,5% en abril. Ello quiere decir que de cada cien artículos, 21 no se consiguen en los establecimientos comerciales. Esas fallas en el abastecimiento tienen que ver con una caída severa de producción, en especial la de alimentos, debido a las expropiaciones y confiscaciones de empresas, hatos, fundos y haciendas.
La política del Gobierno para tratar de disminuir la inflación ha sido abaratar el precio del dólar para favorecer las importaciones y llegar a acuerdos con Argentina y Brasil para que esos países le vendan alimentos a Venezuela. El problema fundamental con esa política es que destruye la producción nacional y acaba con las reservas de dólares del Banco Central. Hoy, el instituto emisor no tiene reservas líquidas suficientes para financiar las importaciones.
En el período que lleva Maduro como presidente encargado y como presidente electo, la inflación se ha desbocado y en cinco meses excede 15%, una de las más elevadas de la historia. El equipo económico conformado por el trío Giordani-Merentes-Betancourt luce perdido, desconcertado, inferior al reto que tiene por delante. Ese equipo fue el que creo esta crisis inflacionaria y de escasez que ahora sufre Venezuela. Si la inflación y la escasez siguen aumentado, se le va a complicar todavía más el juego a Maduro.