
Italia pareciera verse retratada en las imágenes televisivas de la crisis griega. El próximo jueves, el Consejo de Ministros de Italia aprobará un nuevo plan de ajustes por 43 mil millones de euros. Lo que ha desatado una crisis política entre los partidos que conforman la mayoría parlamentaria del primer ministro Silvio Berlusconi.
En el seno del gobierno está enfrentado el ministro de Economía, Giulio Tremonti, que promueve el plan de ajustes, con Umberto Bossi, poderoso líder de la Liga Norte, que está en desacuerdo con parte importante del plan. Tremonti amenaza con renunciar si no aceptan el plan. Bossi amenaza con retirar el apoyo al gobierno.
Bossi desaprueba que se apliquen nuevos recortes para los Ayuntamientos y el que se eleve la edad de jubilación. En cuanto a los ayuntamientos, la Liga Norte ha exigido que los alcaldes que ya han ahorrado puedan gastar. Adicionalmente, presionan para que se tome en consideración las doce exigencias planteadas el 19 de junio por la Liga, sobretodo la reforma fiscal.
Los temores en Italia es que caiga en una crisis similar a la de Grecia, dado que la deuda pública italiana es de 120% del PIB. A diferencia de Grecia, Italia no tiene deuda externa. Está casi totalmente en manos de italianos. Sin embargo, Italia muestra un creciente déficit fiscal y una gran debilidad en su crecimiento económico. Lo que no ha pasado desapercibido para las calificadoras de riesgo que han advertido de una posible rebaja en la calificación crediticia.
En las últimas horas, se pudo conocer que el plan de ajuste, que pretende conseguir el equilibrio fiscal para el 2014, aumentaría de tres meses cada tres años a partir de 2013 de la edad de jubilación, y la congelación de los salarios de los funcionarios para 2013-2014. Adicionalmente, se espera aprobar un proyecto de ley de reforma fiscal, que reduciría a tres las clasificaciones impositivas en el IRPF sobre las rentas de los italianos y suprime el Impuesto Regional sobre las Actividades Productivas-IRAP en 2014.
Fuente: Redacción desde Miami