Isabel Idárraga: Aprende a desarrollar hábitos financieros

isabel-idarraga1Por Isabel Idárraga

Luisa, ahora que es madre, quiere transmitir a su hijo, los buenos hábitos financieros que, en su infancia, recibió de parte de sus padres. Esta formación ha sido fundamental para la planificación y logro de las metas que se ha trazado a lo largo de su vida. ¿Cuáles fueron esos hábitos que aprendió cuando era niña?

Probablemente, al igual que mucha gente, crees que es imposible poner orden en tus finanzas personales porque el proceso es muy complicado. Resulta que es posible  a partir del desarrollo de buenos hábitos financieros, los cuales se adquieren con la práctica, el conocimiento y la disciplina.

“No compres lo que no necesites” porque, seguramente, terminarás con un objeto que regalarás, luego de tenerlo guardado durante meses o años. Por otra parte, habrás perdido el chance de usar ese dinero para algo más importante como tu chequeo anual con el ginecólogo. En una oportunidad, una madre no renovó la póliza de su carro para tener dinero con que celebrar el cumpleaños de su hija.

“Establecer objetivos” es la ruta para emprender un camino. Para lograr tus objetivos, serás capaz de hacer cambios  en el uso que le das al dinero o buscarás la forma de generar mayores ingresos. Sin contar con objetivos es difícil tener un norte hacia el cual dirigir nuestra energía. Para muchos padres, los estudios de sus hijos son el objetivo más importante de sus vidas y a ello le dedican su mejor esfuerzo.

“Empezar gradualmente” es la mejor fórmula para lograrlo. Tener control sobre nuestras finanzas personales podría parecer una tarea muy difícil al principio, por lo que se sugiere empezar poco a poco. Hacer cambios pequeños de forma gradual y constante hará posible aprender a hacer, de forma natural,  una lista antes de salir de comprar, el presupuesto mensual de gastos o conocer la deuda de las tarjetas de crédito

Luisa y su esposo están esperando que su hijo crezca un poquito para darle su primera alcancía y alentarlo a ahorrar para comprar algo como un helado. Pretenden aprovechar las circunstancias de la vida diaria para alentarlo a formar buenos hábitos financieros y, darle la oportunidad de convertirse en un adulto consciente de que mientras mejor use su dinero, mayor retorno tendrá y, con ello, una mejor calidad de vida.

isabel.idarraga@gmail.com

Sígueme en Twitter @isabelidarraga

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*