Horacio Medina: Aumentar el precio de la gasolina en Venezuela ¿Por qué ahora?

Spread the love

horacio-medinapor Horacio Medina

“Los árboles no dejan ver el bosque” Proverbio chino.

La frase que acompaña el título de nuestra nota de esta semana, es utilizada, de manera frecuente, para ilustrar algunas escenas o situaciones cuando los detalles de un asunto, nos impiden ver el contexto global y más importante.Desde nuestro punto de vista, el caso del aumento de la gasolina en Venezuela, cuadra perfectamente en este contexto. De la noche a la mañana, los más importantes personeros del régimen están abogando por el aumento del precio de la gasolina, sugiriendo un debate nacional, el cual no existe no existirá. También están proponiendo sondeos de opinión cuya metodología, procesamiento y resultado real, nunca conoceremos, solo nos harán saber lo que, a su conveniencia, se va a hacer.

Hemos visto, ya sin sorprendernos como el edulcorado Ministro de Energía y Petróleo con 11 años en el cargo siendo de manera simultánea, Presidente de PDVSA con 10 años en el cargo, el señor Rafael Ramírez, le dice al país que la gasolina se regala, más aun, acentúa que PDVSA paga a los concesionarios de las estaciones de servicio para que vendan gasolina en el mercado interno. Compara, además, el precio de la gasolina y el diésel con botellas de agua con otros productos y servicios. Agregó en su presentación, una frase con voz tal vez afónica, pero lapidaria y solemne: “El subsidio a la gasolina no tiene sentido. No beneficia al pueblo”. ¿Será que tardó 11 años para entender esto?

Sino lo conociéramos tan bien o, si no hubiésemos seguido paso a paso, lo que ha venido sucediendo en PDVSA y con los Sectores de la Energía y la Minería en el país, podríamos pensar que se trata de un Ministro recién nombrado que ha llegado dispuesto a poner en cintura a funcionarios irresponsables que han permitido que semejante situación ocurra.

Pero como lo conocemos sabemos que no es así, su falta de principios, de valores y de vergüenza, nos señala de manera indudable que se trata de la declaración de un inefable cínico y mitómano que, una vez más, se burla de los venezolanos.

Resulta ser que este insensato funcionario que ha estado 11 años como Ministro, de los casi 15 que tiene el régimen en el poder, iniciado por el Comandante fallecido, no le habla al país de los 105 mil barriles diarios (38 millones de barriles al año) de crudo, gasolina, diésel y otros productos que se envían a Cuba sin que nadie presente cuentas claras; no le habla al país de manera transparente de los envíos de más de 180 mil barriles diarios (66 millones de barriles al año) de crudos y productos a Petrocaribe que además de ser negociados en condiciones leoninas para Venezuela, tampoco se cobra de manera puntual y eficiente, la porción de corto plazo y, cuando se hace, se ingresan frijoles, especies, arroz, azúcar o pantalones; no le habla este irresponsable de las importaciones de productos para suplir las deficiencias de la refinerías nacionales, en franco estado de deterioro, ni de las compras de crudo para suplir mercados por la caída de la capacidad de producción nacional. En fin, no le habla al país de su desastre, de la devastación de un régimen plagado de fracasos y de la profunda crisis económica que atraviesa Venezuela, por causa de quienes han estado en el poder.

Por supuesto que si se tratase de una cuestión meramente económica, empresarial o de negocios, no habría discusión. Los precios de los combustibles en Venezuela no tienen ningún sentido y resultan un exabrupto, producto de tres lustros de rezago. Pero, esa no es la situación, el aumento del precio de la gasolina, nos luce como una suerte de elemento de distracción, de alto riesgo, cierto, pero necesario para propiciar un ambiente de devaluación en el marco ajustes y medidas necesarias.

En todo caso, tengamos en cuenta que para equiparar el precio de la gasolina de 95 octanos, vendida en las estaciones de servicio con los costos operativos requeridos, el precio debería estar alrededor 1,30 Bs/litro, es decir una aumento de 1.400 % con relación al precio actual. De modo que, un aumento de 100% o 200% será más cosmético que efectivo. El asunto realmente importante es abrir un debate amplio sobre el Sector de la Energía y analizar la Matriz Energética Nacional, para tomar decisiones en consecuencia, lo cual solo será posible con un cambio radical en la conducción política del país. Se trata un cambio profundo que este régimen no está dispuesto a realizar, ya que su voracidad desmedida por apropiarse de la renta petrolera, es lo que nos ha llevado es esta situación.

En función de lo expresado, nos seguimos preguntando, ¿Cuál es la verdadera intención de poner un tema tan delicado en el tapete, en este momento?
Es obvio para nosotros que esta iniciativa no salió de las “lúcidas” mentes del triunvirato en el poder, vale decir, Maduro, Cabello y Ramírez. No, ellos no serían capaces de pensar en ello. Consideramos por lo contrario que esto obedece a una estrategia que aún no tenemos muy clara del verdadero poder detrás del triunvirato: el Castrismo. Algo así como lo que era Fouché como verdadero poder ubicado tras bastidores.

El castrismo en su relación con Venezuela, juega un papel similar al que jugó Fouché, en los años más difíciles de Francia. La efectividad que este individuo logró para mantenerse en el poder, por medio de la tergiversación de valores éticos y morales, resulta innegable. Su inquebrantable actuación de maldad, sin escrúpulos ni ideología, comenzó a poner sus dotes de gran político al servicio de sus intereses personales y, a través de sus continuos actos maquiavélicos, logró desencadenar una serie de hechos que posteriormente cambiaron el rumbo de la historia y afectaron la vida de miles de personas. Fouché, el llamado Genio Tenebroso fue uno de los hombres más poderosos de su época y uno de los más extraordinarios de todos los tiempos. El Castrismo por analogía, también ha sido así.

Fouché, inició su carrera como diputado aparentando ser moderado, sabía que la mayoría de coterráneos no aprobaban las posiciones radicales de algunos fanáticos de la revolución, entonces acorde con la mayoría de los habitantes su región, se manifestaba como un fiel defensor de la propiedad, del comercio y del respeto a las leyes. Se mostraba en contra de la ejecución del Rey y durante la Asamblea de los Estados Generales comprometió su voto a los girondinos (moderados) para evitar que Luis XVI fuese decapitado. Sin embargo, estando en París, como buen oportunista, no quería arriesgar nada, su ideología era siempre la de “la mayoría”, y al ver que la mayor parte de los diputados estaban a favor de hacer rodar la cabeza de Luis XVI, cuando llegó su turno, también pronunció la sentencia: “La mort”.

Después de este insólito cambio, Fouché dio un giro radical hacia la izquierda, ubicándose con los jacobinos, que en ese momento dominaban para acabar con los moderados. Se presentó como el primer comunista de la revolución. Además, se declaró ateo, mandó a la guillotina a cuantos consideró que podían ser peligrosos, quemó iglesias, se mofó de los religiosos, fusiló a cañonazos a los sospechosos de conspirar contra la república, y todas estas hazañas le hicieron sentir que el camino al poder estaba ya marcado.

Al paso del tiempo, Fouché vio un peligro en Robespierre, temía que en cualquier momento no aprobara sus actuaciones y lo ejecutara; tenía que adelantársele, deshacerse de él cuanto antes. Luego de un trabajo conspirativo, en la oscuridad, logró reunir los votos para ejecutar a Robespierre.

Al entrar en escena Napoleón Bonaparte fue nombrado ministro de policía, cargo que desempeñó con mucha efectividad. Este puesto le dio la oportunidad de descubrir el poder del dinero y la facilidad con que se abren las puertas cuando se forma parte de la nobleza. Más tarde, después de la derrota de Napoleón en Waterloo, convencido de que la estrella napoleónica declinaba, facilitó la entrada de Luis XVIII a Francia para restaurar la monarquía. En fin un nefasto personaje que se parece a los Castro en sus actuaciones y al Castrismo en su ejecutoria política.

De modo que, teniendo en cuenta todo esto, resulta pertinente entender que el tema del aumento de la gasolina, puede representar un elemento de distracción política o el telón de fondo que permita poner en escena cambios radicales en el accionar político y económico del país, según sea la conveniencia del Castrismo, el verdadero poder detrás del triunvirato de canallas que desgobierna a Venezuela. Pronto, lo sabremos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *