El gabinete económico, encabezado por el titular de Finanzas, Nelson Merentes, trabaja en la elaboración de un plan integral para el sector agroalimentario y de bienes de primera necesidad, que contendrá especificaciones por rubros para fomentar la producción, informó este martes que el ministro para Agricultura y Tierras, Yván Gil.
De igual manera, precisó que evalúan las características que influyen en el precio de todos los bienes básicos para determinar los costos de producción.
«Todos los años, el Gobierno Bolivariano ha ajustado los costos de producción si hay alguna variación en la estructura de costos. Eso lo estamos haciendo en este momento, en conjunto con los productores», declaró en una inspección efectuada en el Mercado de Guaicaipuro, en Caracas, para constatar el abastecimiento.
El ministro destacó que en las constantes evaluaciones que realizan a todo el sistema de producción primaria, de distribución, los puertos y la cadena logística de distribución, han evidenciado cómo se han solventado progresivamente las dificultades de abastecimiento que se suscitaron en el país.
Atribuyó tales fallas a «problemas logísticos de la cadena de distribución», responsabilidad de las empresas productoras y distribuidoras de alimentos.
Puso como ejemplo el mercado caraqueño. «Vemos que en Guaicaipuro hay oferta constante de productos de primera necesidad. A pesar de que pueda presentarse alguna irregularidad en el abastecimiento diario, los productos están. Lo hemos comprobado», indicó.
Acciones: Hortalizas
La evaluación de los circuitos de hortalizas y carne han formado parte esencial del trabajo del Estado, precisó Gil.
«De las más de 20 hortalizas de mayor consumo, sólo tenemos algunos problemas en pimentón y tomate. Por razones estacionales su oferta en estos meses es más baja y la presión del consumo, gracias a la lucha contra la pobreza, se viene incrementando», explicó.
Esto hizo que en algunos momentos los precios del tomate rozaran hasta los 60 bolívares por kilo, «pero ya comenzó un proceso de descenso».
De hecho, en Guaicaipuro se encuentran a 36 bolívares el kilo. No obstante, el análisis de la estructura de costos del Ministerio apunta a que un precio justo del tomate y el pimentón debe promediar los 15 bolívares.
«Nosotros no importamos tomate, cebolla, pimentón. Son productos 100% de abastecimiento nacional y dependemos de las condiciones climáticas, que han afectado la disposición. Sin embargo, en conjunto con el Ministerio para la Alimentación, estamos trabajando un plan detallado para el abastecimiento de estos rubros», señaló.
Para apoyar la producción, el Ejecutivo desarrolla proyectos a fin de producir bajo ambientes controlados, de manera de no parar la siembra por las lluvias.
«Ya empezamos con la instalación de 100 hectáreas de casas de cultivo en el estado Táchira. Este año esperamos instalar, al menos, unas 300 hectáreas de casas de cultivo con los productores, a través de créditos del Banco Agrícola de Venezuela y del Fondo Agrario Socialista», añadió.
La carne: Objeto de especulación
En referencia a la carne de res, Gil recordó que recientemente se hizo un ajuste de los precios del rubro, aunque continúan los análisis de la cadena para precisar las necesidades estructurales.
En ese sentido, mencionó el tema de la cadena de frío.
«Lamentablemente, en Venezuela no tenemos un sistema de almacenamiento que nos permita tener reservas de carne. Y prácticamente toda la carne que entra en el circuito de distribución es para ser distribuida de manera inmediata. Es decir, no hay posibilidades de almacenamiento». El Gabinete Económico estudia entonces las vías para solventar esta situación.
En este rubro también juega un elemento importante la especulación, que es tomada en consideración por las autoridades. «Notamos que, a pesar de que podamos tener diferencias en apreciaciones de los costos de producción en cada uno de los rubros, no se justifican algunos precios, como han denunciado usuarios», comentó el ministro.
«Estamos evaluando esto. Nos hemos sentado con los gremios. Creemos que no tiene que ver con los productores ni la red de distribución sino con la especulación en la distribución final. No nos vamos a adelantar. Estamos haciendo los estudios precisos de la cadena cárnica porque entendemos que hay unos problemas estructurales», expresó.