El presidente de FEDECAMARAS, Noel Álvarez insistió en que la deuda pública debería manejarse bajo un verdadero y serio plan económico-social que contemple inversión a corto, mediano y largo plazo, generando bienestar para la población.
El gobierno logró que la Asamblea Nacional le aprobara 45 mil millones de bolívares de nuevo endeudamiento, cuando el pasado 8 de diciembre ya se había aprobado un endeudamiento por 54 mil millones de bolívares, que estarían destinados a proyectos de desarrollo como los metros de Caracas, Valencia y Maracaibo, el Trolebús de Mérida, así como a otras obras de infraestructura en el área agrícola, energía eléctrica, ambiente, cultural y social.
“La gente se pregunta qué pasó con eso, por qué no se han rendido cuentas ni se han ejecutado los proyectos. Se teme que con este nuevo endeudamiento ocurra lo mismo”, señaló Álvarez.
El dirigente gremial, alertó que la alta dependencia de Venezuela de las exportaciones petroleras hace que estemos sometidos a la volatilidad de los precios del barril del petróleo en el mercado internacional. “Por eso aunque la relación de deuda externa vs. PIB sea razonable, la economía venezolana una de las más riesgosas del mundo. Además, no se han generado las reservas especiales de contingencia, que permitan equilibrar y alinear los Presupuestos de la Nación, con un proceso sostenido de crecimiento que lleve a alcanzar la prosperidad”.
Necesaria transparencia
Expresó que la obligación del Estado y de los organismos del poder público debe ser presentar cuentas claras acerca de la utilización de los recursos que ponen a su disposición, y muy especialmente los que complementan el Presupuesto Ordinario, como son los créditos adicionales y lo endeudamientos, así como también las obligaciones y gastos que genera tanto en el exterior como en el país. “Incluso deberían informar acerca de la deuda por expropiaciones de empresas y presupuestar los ingresos y gastos de estas, que ahora son públicas. Tendrían que decirle al país las consecuencias de los juicios internacionales contra la República por miles de millones de dólares”.
Desde ese punto de vista “la verdadera deuda pública de todos los venezolanos, no está bien cuantificada. Aproximaciones que no incluyen expropiaciones y deuda por juicios internacionales, estiman que se acerca, en el 2011, a 75% del PIB, cuando hace cinco años era solamente 20%. Nuestra economía es cada vez más frágil”.
Aseveró que es indispensable que la sociedad exija transparencia y control en el uso de los recursos de todos los venezolanos, que exista disciplina presupuestaria, especialmente de los excedentes de precios petroleros que superan en 140 por ciento lo previsto en el Presupuesto Ordinario.
Recursos y calidad de vida
Por otro lado, dijo que llama la atención que desde 1999 hasta 2011 el país ha recibido los ingresos petroleros más alto de los últimos 50 años, que en términos globales ya superan los mil millones de dólares (lo cual representa un volumen mayor al recibido por el país en los últimos 100 años) y sin embargo no se han invertido de manera eficiente. “Si se hubiese generado inversión, el crecimiento económico sería mucho mayor, se hubiese potenciado aún más la producción petrolera, agregando valor a los productos y reduciendo las importaciones”.
“Actualmente, la realidad en el país es que tenemos alta inflación, pésimos servicios públicos e infraestructura deficiente. Nuestras importaciones del 2003 al 2011 crecieron cuatro veces y la infraestructura de puertos es cada vez peor, manejada ahora por el Gobierno Central que recientemente hizo un incremento ostensiblemente de las tarifas”.
La realidad de PDVSA
Dijo que la estatal petrolera “sigue endeudada y sin inversiones visibles en exploración y ampliación de la producción, lo cual es en cierta forma un secreto de estado. No se rinden cuentas y de acuerdo a las empresas internacionales de energía, no produce más de 2.400 millones de barriles diarios, consume 700 y queda con una capacidad exportadora de alrededor de 1.700 millones de barriles diarios que pre-venta a precios inferiores al mercado y crédito por convenios bilaterales, se estima que cobra 1.100 millones de barriles diarios. La ayuda providencial estriba en que el precio de la Cesta Petrolera promedia 96 dólares y eso genera un flujo inmediato. Sin embargo, dada la voracidad del gasto del Gobierno Nacional, le siguen resultando insuficientes estos recursos.
Fuente: Prensa FEDECAMARAS