Por Eduardo Martínez
El número del día -anoten los apostadores de terminales- es el número 69 (sesenta y nueve en letras). Una cifra cabalística, que tienen muchas interpretaciones, que van de lo bíblico a lo jocoso.
Según la Wikipedia, la enciclopedia de estos tiempos, en el 69 “las parejas están orientadas en sentido opuesto, así que el 69 es una representación aproximada de cómo se ve”. Lo que lo que convierte al 69 en un número lúdico, porque de ese juego se trata.
Según el libro de los sueños, el 69 significa “los vicios”; y, además, exhibiría propiedades matemáticas, por cuanto es un número compuesto que tiene factores propios: 1,3 y 23, y como la suma de sus factores es 27 y menor de 69, se trataría de un número defectivo. Los matemáticos lo entenderán.
Pero tratando de ser serios en la interpretación del número 69, podemos recurrir a la “numerología”, que lo asocia con “el equilibrio, la armonía y la transformación personal”. Lo que lleva a simbolizar “la necesidad de integrar lo material y lo espiritual.
¿A qué viene esto? Pues resulta que ayer la tasa de cambio sobrepasó la marca de 69 bolívares por dólar. Lo que tiene un significado e importancia que debemos interpretar correctamente para estar al tanto de a qué nos enfrentamos. De eso se trata.
En un país en el que el signo monetario (bolívar) se devalúa de lunes a viernes, y dado que todos los precios se fijan en “REF” -sinónimos de dólares- lo que pagamos nos cuesta cada día más bolívares. Eso se llama inflación.
Al haber superado la cifra mágica de 69 bolívares por dólar, el dólar en Venezuela entra en la historia. Estupefactos con los que nos cuesta la vida, y sin saber lo que va a pasar de seguir así, lo mejor que podemos hacer es recurrir a la interpretación bíblica a ver si nos enciende las luces del entendimiento.
Los estudiosos de los textos bíblicos, nos señalan que debemos leer el Salmo 69, que contiene un escrito de “lamentación y súplica a Dios, donde el salmista expresa su sufrimiento y pide liberación de sus enemigos y de las dificultades que lo rodean, con un fuerte enfoque en la justicia y la misericordia de Dios”.
No se vayan con rodeos. El bolívar seguirá devaluándose. Lo que nos queda luego de leer el Salmo 69, es que tenemos por delante “sufrimiento”, sus dificultades y a esperar la “misericordia” de Dios. Y lo que no entendemos, es que debamos también pedir por la liberación de los enemigos. ¿Esos que han llevado la tasa cambiaria a los niveles de este jueves 27 de marzo? Porque esos… hacen de todo para parecer enemigos.
@ermartinezd