Editorial: Baratijas a cambio de pepitas de oro

www.eastwebside.com analiza los anuncios de la firma del Fondo Chino, el empleo que dará Pdvsa a 15.000 cubanos en Cienfuegos, y la venta de los activos de Pdvsa en Alemania. Noticias  que recuerdan el cambio de pepitas de oro por baratijas y espejitos que hacían los autóctonos venezolanos con los colonizadores .

Por Eduardo Martínez

La historia colonial que aprendemos en la escuela venezolana, y que en la última década se ha acentuado, señala que los aborígenes venezolanos entregaban a los colonizadores españoles pepitas de oro, recibiendo a cambio baratijas y espejos. Porque inmediatamente, y por espacio de trescientos años, los españoles se convirtieron en los dueños y señores de las minas y yacimientos.

Han pasado quinientos años de esos eventos, y hasta 1999, nunca más los venezolanos intercambiamos riquezas. Las vendimos a cambio de dinero contante y sonante. Ni siquiera, en los momentos de mayor fortaleza del bolívar, Venezuela aceptó recibir por sus riquezas otra moneda que no fuera el dólar estadounidense.

Los tiempos han cambiado en la mente de quienes nos gobiernan. Ahora, el petróleo, nuestra principal riqueza, es intercambiada por cualquier producto o servicio. En algunos casos, por productos que se pudren en puertos y depósitos. Como ha sucedido en el escandaloso caso de Pdval. Un “presunto” caso de corrupción en lo que estamos seguros que el nauseabundo olor no es presunto.

También tenemos el caso de las asesorías cubanas para salud y deportes. Entregamos petróleo, y recibimos a cambio médicos que ejercen sin revalidar, quitándoles el trabajo a los venezolanos. Luego de un tiempo estos médicos cubanos se van, y a diferencia de la canción infantil nos quedamos sin el “pavo y la pavita”. Resulta que también los médicos venezolanos, sin trabajo o subpagados, emigraron. ¿Ahora con qué nos quedamos?

Igualmente sucede con la operación de una refinería en Cienfuegos. Abandonamos nuestro principal cliente, los Estados Unidos, para invertir en Cuba. Una operación que sería un tiro al piso si no existiera el embargo de los EEUU. Refinar petróleo en Cuba, sin poderlo vender a la economía que más petróleo y gasolina compra y que queda a la vuelta de la esquina, no tiene sentido. Está demás decir, porque hasta los mismos funcionarios cubanos lo señalan, que no es rentable el mercado cubano de gasolina y derivados. La gente no tiene como pagar.

La operación en Cienfuegos, va en camino de agravarse. El anuncio oficial, de que Pdvsa dará empleo a casi 15.000 de los cubanos cesanteados por el gobierno, no requiere de mucho análisis.

Es así como por petróleo se han hecho negocios de trueque con Guyana, República Dominicana, Argentina y Uruguay, por citar los más conocidos.

El lanzamiento de la moneda SUCRE, es una invención para disfrazar el trueque, principalmente con Bolivia, Ecuador, Cuba y Nicaragua.

El llamado Fondo Chino, es otro cambio de baratijas por el oro negro venezolano. Los términos más álgidos no están claros en el acuerdo firmado. Entregaremos petróleo por productos que ni siquiera quienes firmaron el acuerdo conocen cuáles serán. Este trueque tiene además el agravante que hipoteca la producción petrolera futura. A parte que estarían en camino pertrechos militares chinos que no resolverán nuestros problemas más inmediatos.

Para reforzar el cambio de pepitas de oro por baratijas, hemos leído con sorpresa la venta de activos de Pdvsa en Alemania. Inversiones que están siendo vendidas a empresas rusas por montos de dinero todavía no acordados.

Una venta de tal monto y naturaleza, debiera ser realizada a través de un mecanismo transparente como es la subasta pública. Lo que no está ocurriendo. Todo se hace de espaldas y a oscuras.

En este caso, el anuncio se realiza en vísperas de la compra llave en mano de una central nuclear a los mismos rusos, con quienes ya tenemos una abultada factura de compra de material bélico.

Equipos, naves y aeronaves de dudosa calidad y comprobadas fallas han sido comprados por Venezuela. ¿Cuántos helicópteros rusos han tenido percances y accidentes en los últimos 5 años sólo en Venezuela? ¿Cuántos aviones y helicópteros rusos están en tierra por desperfectos? Las respuestas a estas dos preguntas nos advierten que seguimos cambiando el oro por las baratijas.

Habrá quien diga que la venta de los activos en Alemania es distinta a la compra de pertrechos en Rusia. Recordamos que a eso se llama “triangulación”. Nada ocurre en la Rusia sin pasar por el gobierno ruso. Fue así en la época de los zares, de los bolcheviques y ahora en la etapa de un post comunismo muy particular.

Es indiscutible: estamos cambiando nuestro petróleo por baratijas.

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