Por Domingo González
No hay dinero para pagar a los maestros, no hay recursos para mantenimiento de las infraestructuras básicas, ni para dotación de hospitales; tampoco para solucionar las degradantes colas de la gasolina…pero si hay para un bono, de entre 5 y 8.000 Bs. a los oficiales y suboficiales de los componentes militares, mientras a la tropa la mandan a «redondearse la arepa» por medio de actividades buhoneriles, por no poder satisfacer sus necesidades primarias.
Es decir, no hay porque no me da la gana a mí, yo soy dueño de esta hacienda y en ella mando yo. Y, listo.
A callarse la jeta todo el mundo.
Caramba!!! Me puse vulgar, pero eso fue lo único que salió de mi pecho afiebrado, porque lo que está por salir es bien feo, reducido a lo que son los que se apropiaron del país.
Inaudito, como todo lo que estamos viviendo, se enrosca la serpiente por entre los resquicios de la mente y tengo que luchar duro, fuerte y decidido para evitar el colapso.
¿De quién (es) la culpa de que los venezolanos estemos como estamos? De nosotros mismos, no hay que buscar culpables si los tenemos al lado: unos por miedo, otros por comodidad ( y también por limosneros), otros por estar bien con unos y con otros porque, según ellos, no son políticos y los más por sinverguenzas: que linda sociedad, ¿o suciedad?