Por Domingo González Villegas
Caramba, ¡otra más! No pensé que aflorara tan pronto, pero ahí está: resulta que la otrora ultra derecha, la que se pretendió borrar del mapa, ahora es la pradera donde apacentan los rebaños capitaneados por Bandera Roja, léase Carlos Hermoso quien, en cada discurso, no pierde la oportunidad de acusar al «imperio imperial»de nuestros males pasados, presentes y venideros.
Estamos viviendo una era de desfachatez sin parangón, donde los juegos florales apuntan al sin sentido, pero con un gran premio en la cima: las alforjas repletas, no importando el origen que ya, de antemano, se supone su engendramiento.
Sé que la «izquierda» ,en su repliegue en búsqueda del oxigeno que no llegó, desesperadamente sigue en su búsqueda, para lo cual se dividieron las acciones y a cada agrupación le asignaron un responsable.
Hay una premisa en filosofía que reza: «los extremos se tocan» y otro de los estudiosos del hermetismo de Trismegisto: «como arriba es abajo, como abajo es arriba».
Desde la tribuna, ya casi no hay asombro, al contrario, muchas sombras cubren el horizonte temporal, solo con un pequeño esfuerzo mental (mentalismo), se desdibujarán las neblinas para dar paso a otro cuadro, los que cada vez, a medida que se van presentando, más dantesco aparecerán ante nuestros sentidos estupefactos.
Ya no diremos !!!más!!!, sino ¿Nos iremos acostumbrando?
