Domingo González: El final al fin

Por Domingo González Villegas

No se si la palabra correcta es asqueante, asqueado u otra sinonimia, pero lo cierto es que al voltear hacia los lados y observar el contexto inmediato (aquel donde día a día lidio por no atorar mis pasos en el barro, unas veces maleable otras semiduro) y veo, miro, oigo, escucho, palpo, toco el lenguaje, los actos, las intenciones muchas veces encubiertas, de interlocutores impuestos, propuestos, buscados o, simplemente,  ocasionales, que arengan sus, sentimientos? con aquello de, no me meto en política para no pecar o, con tal y a mí no me lo hagan estaré tranquilo; igualmente aquellos que hablan por lo bajito mal del régimen, pero porque tienen jugosos contratos y no los pueden arriesgar o perder; peor los que incriminan a alguien para ganar prebendas o indulgencias, sopesando un futuro inmediato de ingresos por ese acto infame.

Sí, no importa tanto el significado como el significante de lo expresado antes. Lo verdaderamente importante es el sentido exacto, el contenido letal de la pócima servida: la muerte de la dignidad que, agonizante, hace un último intento por descubrir su numen atrapado entre la maraña de miserias disfrazadas de deidades. Vade retro satanás, dirían los locos como yo. Loco por empinarme,  tratando de mirar más allá del horizonte temporal. Cuánto queda? Será el horizonte estirado el límite?

* Profesor Doctorado UCV

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