Por Eduardo Martínez
Si ha habido una dictadura, que se fraguó con bastante anticipación, ha sido la Dictadura del Proletariado instaurada en lo que fuera la Rusia Zarista (a partir de 1917). Esta dictadura, nadie puede negar su origen desde que Carlos Marx y Federico Engels escribieran y suscribieran el Manifiesto Comunista en 1848.
En este Manifiesto, se señala (pag. 49) que “el primer paso en la revolución obrera es la erección del proletariado en clase dominante, la conquista de la democracia”. Lo cual resalta a continuación que, para tener un control del Estado, el proletariado debe hacerse con el control de “todo el capital”. Lo que es determinante de la propuesta: “solo puede llevarse a cabo mediante una intervención despótica en el derecho de propiedad”; añadiendo que “con medidas que económicamente parecen insuficientes e insostenibles, pero que en el curso del movimiento se sobrepasan así mismas y que son inevitables como medio de transformar todo el sistema de producción”.
A continuación, transcribimos las medidas propuestas, tomadas del Manifiesto Comunista:
Del marxismo-originario al marxismo-leninismo
En el Siglo XX, Vladimir Ilich Ulianov, alias Lenin, ya había asumido las propuestas comunistas del Manifiesto de 1848, y los escritos y tesis de Carlos Marx y Federico Engels. A partir de la realidad de la rusa zarista, se esforzó en desarrollar nuevas tesis marxistas.
Entre ellas destaca las denominadas “Las 10 tesis de Lenín”, del 4 de abril de 1917 tras el regreso de su exilio en Suiza.
En esas 10 tesis, Lenin propone en la primera de esas tesis, poner fin a la participación rusa en la Gran Guerra, la que considera una “guerra de imperialista de rapiña” y que “no admitirse ninguna concesión, por mínima que sea, a “la defensa nacional revolucionaria”.
Pasando a continuación en esa primera tesis, ha señalar que “Solo en las condiciones que siguen puede el proletariado dar su consentimiento a una guerra revolucionaria que justifique verdaderamente la defensa nacional: 1. Que el poder pase a manos del proletariado y campesinos pobres; 2. Que se renuncie, de hecho y no con palabras, a todas las anexiones; 3. Que se rompa completa y efectivamente con todos los intereses de capital”.
En la segunda tesis, Lenin insiste en que “La particularidad de la actual situación en Rusia es la transición de la primera etapa de la revolución, que ha dado el poder a la burguesía, a su segunda etapa, que debe dar el poder al proletariado y a los campesinos más pobres”.
Con estos planteamientos Lenin construyó el camino hacia la Dictadura del Proletariado. No la denominó de esa manera. Pero si la delineó perfectamente antes de llegar al poder.
En el trazado, siendo todavía minoría, había dibujado la estrategia para que los bolcheviques se adueñaran de los “Soviets” (colectivos integrados por obreros durante la etapa revolucionaria que había sustituido los órganos de poder del zarismo).
Los soviets estaban integrados por la tropa militar, los obreros, los campesinos y, posteriormente, por los bolcheviques.
Organizados los soviets, desintegrados los órganos de poder democráticos, el asalto al poder fue la principal y última acción del marxismo para hacerse con el poder total de Rusia, en lo que se llamó “Al asalto de la democracia burguesa”.
En la Quinta Tesis, Lenín había señalado claramente: “Nada de República parlamentaria – el retorno a esta, después del Soviet, sería un paso atrás-, sino una República de los Soviets de los diputados, obreros, campesinos y obreros agrícolas, en todo el país, de abajo arriba”.
La publicación de Las 10 Tesis de Lenín, del 4 de abril de 1917, hizo estallar una crisis el 17 de abril, lo que fue empujando a Rusia a la desestabilización del gobierno provisional de Kerenski. Para octubre, Lenín emite un exordio en el cual señala que “el gobierno provisional ha sido depuesto”, y que el poder ha pasado a sus manos; y anunciando que:
“El Comité militar revolucionario convoca para hoy, 25 de octubre, al mediodía, al Soviet de Petrogrado (hoy San Petersburgo) a fin de que se adopten las medidas inmediatas para la formación de un Gobierno de Soviets”.
Así los bolcheviques liderados por Lenín, de abril a octubre, habían pasado de ser un grupo minoritario a controlar la mayoría de los Soviets. Sin embargo, pasarían varios días antes de que controlaran a toda Rusia. Pero día a día, se iría consolidando la Dictadura del Proletariado. Una dictadura controlada por el liderazgo político de los bolcheviques con Lenín a la cabeza. Los proletarios, volverían a ser controlados por una élite, como siempre habían sido dominados por los zares.
La Dictadura del Proletariado, conocida en Occidente como la Dictadura Comunista Soviética, abarcaría casi todo el Siglo XX, desde 1917 hasta 1991.
A continuación, incluimos el “Manifiesto Comunista”:
Referencias:
- Manifiesto Comunista (1848), por C. Marx y F. Engels, Editorial Babel, Santiago de Chile, 1948.
- Lenin, por Gerald Walter, Babel, Santiago de Chile, Ediciones Grijalbo, 1967.
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Sin embargo, el control total de Rusia no llegó sino en 1923. El ejército rojo tuvo una guerra de 6 años contra el ejército blanco que aglutinó a todos los que se oponían a Lenin, incluyendo a los pro zaristas