Estados Unidos producirá la tercera parte de los nuevos suministros de petróleo en los próximos cinco años y será autosuficiente en materia energética en dos décadas, según un reciente informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), con sede en París.
Aunque las importaciones estadounidenses de crudo proveniente de los países del Golfo Arábigo (Pérsico) se incrementaron el año pasado, analistas predicen que Washington dejará de depender de las compras de petróleo al Oriente Medio.
El informe señala que el cambio repercutirá en los mercados petroleros de todo el mundo, y cuando EE.UU. llegue a ser en gran medida autosuficiente en crudo para el año 2035 se espera que incluso su producción de gas supere a la de Rusia.
Cuando eso suceda, señalan analistas, el concepto de seguridad energética no seguirá dictando la política exterior de EE.UU.
Uno de los que piensa así es Christopher Davidson, de la universidad inglesa de Durham y autor del libro Después de los jeques: el venidero colapso de las monarquías del Golfo, para quien el cambio tendrá drásticas implicaciones en la política del Oriente Medio.
De acuerdo con Davidson, en medio de la llamada Primavera Árabe muchas monarquías de la zona del Golfo Arábigo, tratan de pacificar a la población con dádivas pero cuando reciban menos de sus exportaciones petroleras se verían envueltas en turbulencias políticas. “En un par de años habrá un déficit del gasto público en la mayoría de esas monarquías”, dijo.
Davidson cree que probablemente en el futuro “veamos a EE.UU. empezando a cubrir mejor sus posiciones” en el área y tal vez Washington comience a acercarse “a grupos de la oposición en Bahrein, por ejemplo, y de forma creciente en Arabia Saudita”.
A juicio de analistas, el boom petrolero dará a la economía estadounidense una ventaja competitiva en virtud de suministros más baratos de energía, y además el país no seguirá siendo vulnerable a la geopolítica global.
Fuente: VOA