La colocación de una aguja plateada de 758 toneladas de peso sobre el edificio le dio forma al proyecto arquitectónico que reemplazará al tristemente desaparecido hace más de una década.
La torre, levantada en la esquina noroccidental de la zona Cero, tiene una altura de 592 metros, lo que la convierte en la estructura más alta en Estados Unidos.
“Es una sensación bastante increíble. Es la culminación de una cantidad tremenda de trabajo de equipo. Reconstruir de nuevo el perfil de los rascacielos de Nueva York”, expresó Juan Estévez, gerente general del monumental proyecto.
La segunda torre, aun en construcción, tendrá 72 pisos y estará en la esquina sureste.
La aguja que corona el rascacielos mide 124 metros y será una antena transmisora que desprenderá luces tipo faro para la navegación aérea.
Fuente: VOA